"Juliana", la cinta del Grupo Chaski, ha vuelto a la cartelera con una versión remasterizada. (Foto: Difusión)
"Juliana", la cinta del Grupo Chaski, ha vuelto a la cartelera con una versión remasterizada. (Foto: Difusión)
Sonia del Águila

Fines de los años 80. “" llegaba a las salas de cine como una propuesta reveladora y realista haciendo eco a una Lima injusta e insegura. Dirigida por Fernando Espinoza y Alejandro Legaspi del Grupo Chaski, el filme peruano logró superar el éxito de taquilla de su antecesora: “Gregorio” (1984). Fue vista por más de 600 mil personas en su estreno.

Financiada por el canal de televisión alemán Zweites Deutesch, el drama nacional tuvo en el rol principal a Rosa Isabel Morfino (Juliana), además de Julio Vega, Maritza Gutti, Guillermo Esqueche y Edward Centeno.

La actriz Rosa Isabel Morfino y el director Alejandro Legaspi en entrevista con El Comercio.
"Así se hizo": "Juliana" y su escena más impactante

Juliana” narra la historia de una menor de 13 años que huye de su casa cansada de los constantes maltratos recibidos por parte de su padrastro. Una vez en la calle descubre la discriminación que sufren las niñas cuando tratan de encontrar trabajo callejero, por lo que decide disfrazarse de varón y emprender una dura y valiente lucha por sobrevivir.

Luego de 30 años y tras ganar el Concurso Nacional de Proyectos de Preservación Audiovisual 2018 del Ministerio de Cultura, la icónica película peruana retornó a la pantalla grande en una versión remasterizada y digitalizada.

A continuación, Alejandro Legaspi, director de “Juliana”, y Rosa Morfino, actriz principal, narran detalles que probablemente desconoces del recordado filme nacional.

El nombre

Alejandro: “Como teníamos que encontrar un nombre que funcionara tanto para hombre como para mujer, propuse Julián, que es el nombre de mi hijo, y como sonó bien, quedó”.

Julián Legaspi, actor de cine y televisión. (Foto: archivo El Comercio)
Julián Legaspi, actor de cine y televisión. (Foto: archivo El Comercio)
/ CHRISTIAN UGARTE

Locación

Alejandro: “Las escenas más importantes de 'Juliana’ se grabaron en una casona semidestruida, en Sáenz Peña, Barranco. Ahora ese lugar es un hotel cinco estrellas llamado 'B'. Es anecdótico porque don Pedro (Julio Vega) siempre les decía a los chicos que ese era un hotel de lujo. Se cumplió su predicción, ja,ja,ja. Otras escenas fueron grabadas en Barrios altos y Ventanilla".

Primer sueldo

Rosa: “En la casa hogar donde estaba, cantaba y bailaba, pero no me pagaban. ‘Juliana’ fue el primer trabajo donde gané dinero. La mitad de lo que recibí le di a mi mamá y el resto a mi hogar (albergue). Si alguien me hubiese orientado, hubiese ahorrado una parte".

Incentivos económicos

Rosa: “Si nos portábamos bien, los de la producción nos daban buenas propinas. Por eso tratábamos de estar tranquilos, de hacer caso, de no pelear, aunque a veces las peleas eran inevitables. Yo siempre me enfrentaba a David Zúñiga”.

Alejandro: “David era un año mayor que el resto de los chicos. Era el más travieso de todos”.

Lágrimas falsas

Rosa: “No me gusta cómo lloro en la película, hubiese querido ser más trágica, pero no me salían las lágrimas porque para mí todo era diversión. Para llorar en la escena en que mi padrastro golpea y viola a mi madre, tuve que echarme Mentholatum".

Origen

Alejandro: “Juliana surge en un festival de cine europeo, luego que una productora que vio la película ‘Gregorio’ y le encantó, nos propuso producir una historia que tenga a una mujer en el rol protagónico. A nosotros la idea nos pareció genial y fue tomando forma después de leer en el diario El Comercio una pequeña nota sobre un señor que explotaba niños, les daba un lugar donde vivir, los alimentaba, pero a su vez, les hacía trabajar. Ese fue el comienzo de la historia, fue la génesis de la película”.

Escena complicada

Rosa: “Luego de alisarme y teñirme de negro el cabello, me lo cortaron chiquito. Fue una escena difícil, tenía 13 años, sentí vergüenza, pena..., me gustaba tenerlo largo”.

Alejandro: “Fuimos piadosos con ella porque el corte no fue tan chiquito. A mí me hubiese gustado más chico, pero ella (Rosa) sufría".

Ofensas consentidas

Alejandro: “Al inicio de las grabaciones, como los niños no lograban entender que esto era una ficción, se negaban a aceptar insultos. Finalmente llegamos a un acuerdo: la persona que insultaba, luego tenía que pedir disculpas a quien ofendió. Solo así pudimos continuar grabando".

El cásting

Alejandro: “Como antes no habían tantas escuelas de actuación y los niños que salían en televisión no nos convencían como actores, buscamos a niños que realmente eran de la calle. Recurrimos a un cura francés que conocía muy bien a estos niños, inclusive había trabajado con dos de ellos en una película. Él nos recomendó a Rosa, quien interpretó a Juliana, también al actor que encarnó a ‘El Cobra’”.

Rosa: “Cuando hice el cásting canté una canción japonesa que me enseñaron en el hogar donde estaba. No me pidieron que haga eso, me nació hacerlo".

Improvisaciones

Alejandro: “Improvisamos bastante en los diálogos porque los niños de un momento a otro soltaban palabras y gestos que nos sorprendían. Una de las escenas, en la que los chicos cuentan cosas personales sobre su vida y lloran, fue una suerte de testimonio. Fue un momento fuerte, salió del corazón, el llanto fue real. Cuando terminamos de grabar, los apachurramos”.

“La última lisura, la que hace morir de risa a todo el mundo, la que dice uno de los Ballumbrosio en respuesta al insulto de don Pedro, no estaba en el guion. Fue absolutamente natural. Todo el mundo se mató de risa en ese instante, nos divertíamos mucho”.

Preparación

Alejandro: “Antes de grabar, los niños llevaron durante tres meses y medio cursos sobre qué significa actuar, también los llevamos a ver varias películas para que se familiaricen con ellas”.

Natural

Rosa: “Me dijeron vas a ser Juliana y fui yo misma, no actué, solo me divertí y jugué. Fue una experiencia muy bonita, nunca la olvidaré”.

Actores debutantes

Alejandro: “Todos los niños fueron nuevos valores, muchos de ellos se interpretaron a sí mismos. Después de ‘Juliana’ algunos siguieron actuando, pero la mayoría se dedicó a otra cosa".

Travesuras

Rosa: “Éramos niños juguetones, a veces me metía en el ropero, luego venía David, me daba un piquito y se iba. Y ahora que está viejo, me dice: ‘Rosita, ya pues, cuándo jugamos otra vez'. Somos buenos amigos, nos llevamos muy bien”.

‘Claquetero’

Alejandro: “Julián Legaspi, mi hijo, en ese tiempo tenía la misma edad que los actores, vivía en Uruguay; pero en ese tiempo vino al Perú y trabajó con nosotros como claquetero”.

Rosa: “Yo estaba enamorada de Julián, tenía una cara linda y un cabello bien cuidado”.

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