Mucho de lo mejor del 2015 proviene de viejos maestros como Clint Eastwood (“El francotirador”), George Miller (“Mad Max: furia en la carretera”) o Ridley Scott (“Misión rescate”). Eastwood cuenta el drama de un soldado norteamericano que vuelve a casa y libra una batalla interior quizá más dura. La distopía de Miller es, por el contrario, un carnaval barroco lleno de sugerentes diagnósticos sociopolíticos. Y Scott vuelve a la ciencia ficción para fraguar la historia de un astronauta que, como un Robinson del futuro, queda varado en Marte y debe ingeniárselas para sobrevivir.
Pero quizá el regreso más grato haya sido el de Peter Bogdanovich. “Travesuras del amor” es su primer éxito después de muchos años, gracias a una comedia romántica que reactualiza con frescura las formas clásicas, además de devolver el placer de la ironía inteligente y los diálogos memorables.
Paul Thomas Anderson y Jonathan Demme también volvieron con películas sobresalientes. “Vicio propio”, del primero, es una fascinante incursión en los mundos corrompidos y psicodélicos de los años sesenta. “Ricky and the Flash”, de Demme, drama con sublimes momentos musicales, es el retrato de una mujer (interpretada por Meryl Streep) que prefiere ganarse la vida tocando con su banda de rock en los bares de Los Ángeles, sin duda uno de los mejores títulos de su director.
FILMES QUE DESTACARON
Otros estrenos interesantes llegaron con los premios Óscar: “Birdman” (dirigida por Alejandro González Iñárritu), “Whiplash” (de Damien Chazelle) y “Foxcatcher” (de Bennett Miller). Resalta esta última, con una mirada llena de desconcierto existencial sobre un millonario excéntrico y algo enloquecido, por parte del talentoso director de “Capote”.
Del lado de las superproducciones, una propuesta diferente, inspirada en el antiguo cine fantástico, fue “Ant-Man” (de Peyton Reed). En estos predios también son dignas de mención la lúdica exploración del cerebro de una niña por parte del estudio Pixar con “Intensa-mente” (de Pete Docter y Ronnie del Carmen) y la gótica “Cumbre escarlata”, de Guillermo Del Toro.
El 2015 ofreció dos óperas primas notables. “Está detrás de ti” (de David Robert Mitchell) y “El regalo” (de Joel Edgerton) reelaboran los tradicionales géneros de horror y suspenso desde sus propias visiones desesperanzadas de los suburbios de la sociedad norteamericana. Y, continuando con el horror, aunque desde un realismo aséptico, “Sicario”, sobre los carteles de droga de la frontera de EE.UU. con México, se reveló como una de las propuestas más interesantes de un director de procedencia independiente: el canadiense Dennis Villeneuve.
PELÍCULAS PERUANAS
En el cine nacional, no se puede dejar de mencionar una producción foránea pero dirigida por una de nuestras cineastas más talentosas: en “Aloft: no llores, vuela”, Llosa demuestra que el universo mítico y de fuerzas subconscientes la sigue obsesionando.
En tanto, “Videofilia”, ganadora en el Festival de Rotterdam, confirma la originalidad de Juan Daniel Molero. “Magallanes” y “NN” incidieron con inteligencia y sensibilidad en la revisión del tema del conflicto armado interno.
EN VIDEO: Tráiler de la película "Videofilia" de Juan Daniel Molero.
Por último, se debe destacar algunas operas primas de tono menor como “Climas” (de Enrica Pérez) y otras que exploran con buen pie algunos géneros clásicos como la comedia y el ‘suspense’: son los casos de “Como en el cine” (Gonzalo Ladines) y “El beneficio de la duda” (Ani Alva Helfer).