Los acólitos más puristas de “” se horrorizan. Han visto una traición en el cosmos. Para ellos, la última frontera de Hollywood no es el espacio, sino la máquina imparable de hacer dinero. Los cultores a ultranza de la religión ‘trekkie’ son presos de una paradoja espacio-temporal. Su dedo acusador apunta hacia un cambio de formas en las nuevas películas, pero ahí hay una contradicción: la saga lleva en la sangre y en el cerebro el credo de descubrir dimensiones y civilizaciones para establecer un entendimiento sereno, armonioso y pacifista (Spock, el vulcano intelectual, desconoce las revelaciones de la pasión amorosa y lujuria desatada).

Eso, para Hollywood, significa sintonizar con las nuevas audiencias, más habituadas a los estímulos de 20 ventanas abiertas en la pantalla que al naif tratamiento narrativo de las ficciones de décadas pasadas. Es inevitable que “Star Trek” evolucione con el paso del tiempo.

Fue hace 50 años. El 8 de setiembre de 1966, en la televisión estadounidense, empezó la emisión de la serie original de “Star Trek”. En esa misma fecha, pero en el 2016, se estrenará en el Perú la nueva película de la saga, “Star Trek: sin límites”, que incluye elementos que nadie hubiera imaginado años atrás: acordes ruidosos de la banda Beastie Boys, el reclutamiento de un director como Justin Lin (fogueado en las pistas de la adrenalínica “Rápidos y furiosos”) y un sentido de la aventura potenciado por efectos digitales hiperventilados en plena era de “The Avengers” y empeños afines. Esta vez, para variar, la nave Enterprise chocará contra una raza extraterrestre sediciosa.

PROGRESO Y CIVISMO
En su búsqueda del conocimiento a pesar de las revueltas galácticas, "Star Trek" navega en la orilla opuesta al populismo. Un 'trekkie' que se respeta rechaza los extremismos. Simon Pegg, actor británico presente en “Star Trek: sin límites”, señaló al diario "The Guardian" que lo más probable es que todo el elenco hubiera votado por la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y hubiera rechazado al ‘brexit’. Una visión inclusiva de la ciencia ficción.

“Star Trek: sin límites” también fue materia noticiosa cuando se anunció que el oficial Sulu sería gay para homenajear a George Takei, actor que lo inmortalizó por años y que es un activista de los derechos de la comunidad LGBT. Pero contra lo que se esperaba, Takei mostró su desconcierto por este cambio en un personaje que durante décadas fue heterosexual. El debate continúa en una saga que siempre bregó por el respeto y la tolerancia (es histórico ese beso interracial de 1968 entre Nyota Uhura, encarnado por la afroamericana Nichelle Nichols, y el capitán Kirk, a cargo de William Shatner).

Star Trek: sin límites”, además, permitirá ver en acción de manera póstuma al actor Anton Yelchin, quien falleció por un terrible accidente doméstico: iba a abrir la puerta del garaje cuando su propio auto (que no tenía el freno activado) se deslizó y lo atropelló. Tenía 27 años. Buen viaje, oficial Chekov.

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