Varios campeones de marinera aparecen en “Pasito a paso”, como Hugo Romero Quevedo y María Martha Reverte Riofrío, quienes bailan en la Casa Ganoza Vargas, en Trujillo. (Mario Testino)
Varios campeones de marinera aparecen en “Pasito a paso”, como Hugo Romero Quevedo y María Martha Reverte Riofrío, quienes bailan en la Casa Ganoza Vargas, en Trujillo. (Mario Testino)

Había escrito Chabuca Granda: “Y dejaremos pasar las horas sin apremio,/ la sobremesa vendrá sabia y tranquila./ Y luego, tal vez, te escuche reposado,/ abrigando el silencio ya dormido”. La canción es “Pasito a paso otra vez”, con música de Juan Castro Nalli, y ha servido de inspiración para el título del libro “Pasito a paso”, de Mario Testino, una incursión en la marinera y su elegancia que el fotógrafo peruano ha trabajado intensamente durante todo este año y que ha terminado apenas hace unos meses.

¿Cuál es el espacio o vacío que un libro como este busca ocupar dentro de la larga tradición de la icónica danza peruana? “No creo que mi intención sea llenar un vacío –responde Testino, mediante un correo electrónico–. Es más bien una aproximación diferente a la manera habitual en la que miramos la marinera. Es mi mirada después de haber estado en íntimo contacto con este baile durante un viaje que realicé hace unos meses a Trujillo”.

Compuesto por una serie de fotografías que buscan captar la esencia del baile, con los movimientos, la coquetería y la alegría que siempre lo rodea, “Pasito a paso” representó también un desafío para Testino. “Es un reto. Tiene que haber mucha observación para captar el momento preciso del movimiento, y la composición que este produce; lograr además que la imagen transmita el espíritu de la danza y los detalles que esta tiene: los quiebres, los pañuelos al aire, las sonrisas, el movimiento de los pies, las miradas entre las parejas, los movimientos de las faldas. Me ha encantado hacerlo”, agrega el autor.

La Finca Uranga, en Lurín, fue una de las locaciones escogidas para las fotos incluidas en el libro. (Mario Testino)
La Finca Uranga, en Lurín, fue una de las locaciones escogidas para las fotos incluidas en el libro. (Mario Testino)

DANZA Y TRADICIÓN

Un proyecto que, como a veces ocurre con las grandes creaciones, surgió por el azar. Lo revela así Marcela Ganoza, autora del prólogo del libro y una de las principales colaboradoras y artífices del mismo. De hecho, fue en su hogar en Trujillo donde comenzó la aventura. “Primero, Mario me había invitado a apoyar a un muchacho trujillano que había sufrido un accidente –cuenta–. Yo vivo en Londres, pero suelo venir al Perú. Y luego, un día yo invité a Mario para que me visitara en mi casa. Es una casona colonial que está en el centro de la ciudad y ha sido la casa de mi familia desde siempre”.

Ella se refiere a la Casa Ganoza Vargas, un epicentro de la marinera norteña desde que su padre, el abogado y filántropo Guillermo Ganoza Vargas, decidió crear en 1960 el hoy célebre Concurso Nacional de Marinera y revivir con él la pasión y el entusiasmo colectivo por la danza.

El día de la visita de Testino a Trujillo, Marcela Ganoza consiguió reunir a 15 bailarines, todos campeones nacionales de marinera. “Mario quería tomar unas fotos y se sentó en un punto específico, desde donde empezó a disparar su cámara mientras las parejas bailaban. Yo al rato le decía que nos moviéramos a otro patio, para que pudiera apreciar las columnas y los frescos, pero él me dijo que no, que allí la luz era perfecta. Y no sé cuántas horas se quedó allí”, cuenta Ganoza.

Es a partir de ese momento que se fue gestando el libro, pues las sesiones de fotos continuaron. Testino y Ganoza fueron coordinando sus encuentros en Lima y pudieron hacer tomas en la casa-huerta Virgen del Carmen, en Trujillo, así como en la Casa Goyeneche, la Finca Uranga y la Quinta La Primavera, en Lima.

“Se fotografió a muchas parejas de bailarines, entre ellos campeones nacionales y personas cercanas y amantes de la marinera. Convocar a los bailarines era complejo, así como conseguir los trajes y accesorios de las diferentes regiones. Pero muchísimas personas me han ayudado a dejar testimonio de este baile nacional”, cuenta Testino, y destaca sobre todo la colaboración de Ganoza, por su conocimiento de la marinera y sus contactos, y de Judith de la Mata, del Museo del Traje del Perú.

En el libro también se incluyen sesiones a destacadas modelos con los trajes típicos de la marinera, entre las que figura, por ejemplo, Juanita Burga, peruana de roce internacional y una de las predilectas de Testino. Pero es el conjunto lo que se impone al detalle, y lo que redondea el libro es un poderoso homenaje al baile, con imágenes que parecen flotar y vibrar. Para leer con un pañuelo.

Presentación del libro y celebración.

Museo MATE. Dirección: Pedro de Osma 409, Barranco. Fecha: hoy, de 11 a.m. a 4 p.m. Ingreso: con invitación.

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