Si algo ha cambiado en esta última década es la escena de conciertos en el Perú. Basta recordar que, apenas en 2007, la posibilidad de tener una cartelera musical variada era inusual. Los shows de Björk, Soda Stereo y Roger Waters, aquel año, marcaron un precedente que sumada a la aprobación, en el 2009, de la Ley de Promoción de la Industria del Espectáculo permitió un cambio que hasta hoy no deja de sorprendernos. Mientras nos preparamos para el 2020 con los anuncios de los shows de Guns N’ Roses, Idles, Kiss, Harry Styles y el ambicioso tour con megaestrellas de Zeta Bosio y Charly Alberti, aprovechamos para hacer una mirada retrospectiva y recordar lo mejor que nos han dejado estos últimos diez años. El conteo arranca desde el 2010:
Metallica (2010)
El mercado de los conciertos internacionales en Lima se había afianzado en el 2008 y el 2009. La llegada de artistas como Oasis (2009), Kiss (2009) Megadeth (2008) y, sobre todo, Iron Maiden (2008) -vale la pena recordar a Bruce Dickinson gritando en el Nacional que las 30 mil personas que habían ido a verlos los habían convertido en “the biggest concert ever in Lima, Perú”- hicieron que muchos confiaran en el potencial de espectáculos de rock multitudinarios en la ciudad. Fue así que para el 2010 se hicieron anuncios que antes sonaban imposibles. Metallica fue el más sorprendente de ellos. La banda giraba con el “World Magnetic Tour” y el tramo sudamericano lo empezaron en Lima, el 19 de enero del 2010. 24 mil entradas se vendieron en tres días. Y para el día del show, habían 50 mil personas en San Marcos. La visita de uno de los ‘Big Four’ del trash metal dejó grandes escenas para el recuerdo: fans acampando días antes para conseguir las mejores ubicaciones, la banda dando una conferencia de prensa con medios internacionales desde el mismo estadio, Robert Trujillo surfeando en Waikiki y, por supuesto, uno de los shows más potentes y enérgicos que se han visto hasta ahora en la ciudad. ¡De antología! (Melvyn Arce)
Green Day (2010)
El trío americano llegó en octubre del 2010 con el álbum “21st Century Breakdown” bajo el brazo. Pero el ingrediente principal de este show fue en realidad el álbum “American Idiot” (2004), con temas como “Holiday”, “Wake Me Up When September Ends” y “Boulevard of Broken Dreams”. Billy Joe Armstrong y compañía tocaron en el estadio de San Marcos durante 3 horas más de 30 canciones que hicieron saltar, cantar y gritar a más de 40 mil personas. El concierto estuvo marcado también por lo histriónico de los integrantes de la banda. Disfraces, mucha interacción con el público, niños y fans subiendo al escenario a cantar y tocar la guitarra en “Longview”, “Going to Pasalacqua”, respectivamente. Fans saltando hacia el público desde el estrado. Es decir, una locura total pocas veces vista en un show en el país. Green Day conquistó Lima y prometió volver, algo que cumplirían en noviembre del 2017. (Miguel Rocca)
Paul McCartney (2011)
La leyenda viva de la música había visitado por última vez América Latina en 1993. Brasil, Argentina y Chile fueron los únicos países que presenciaron un show en vivo en aquella gira sudamericana. Cuando, 17 años después, se confirmó que volvería a la región con su “Up and Coming Tour”, varios se adelantaron a especular con la posibilidad de que recalará en la ciudad. El empresario Jorge Ferrand fue quien finalmente logró la hazaña. En números: el concierto congregó a 50 mil personas en el Monumental, se trató del show más caro hecho en Lima, pero también del que más recaudación logró hasta esa fecha (8 millones de dólares o 23 millones de soles, según estimó El Comercio). En anécdotas: para la posteridad quedó la escena de miles de fans apostados a las afueras del Jorge Chávez esperando al ‘ex Beatle’ (y lo mismo en la puerta de su hotel) mientras él iba saludando con la ventana abierta y una sonrisa de oreja a oreja, un paseo ‘caleta’ en bicicleta por el malecón de Miraflores captado por “Magaly TeVe” y hasta el típico gesto de aprovechamiento político de entregarle una condecoración (la Orden El Sol del Perú en grado de Gran Cruz). En el plano inmaterial: generaciones de ‘Beatlemaníacos’ de todas las edades reunidos coreando durante tres horas los treinta y tantos temas que integraron el ‘set list’, liderados por un músico de talento indiscutible que -con los años- solo ha conseguido ser cada día mejor y mejor (Melvyn Arce)
Rolling Stones (2016)
Una de las bandas que hay que ver en vivo antes de morir, decían. Y su llegada a Lima confirmo el por qué. La banda más grande de rock se presentó ante más de 50 mil personas una noche marzo del 2016. A sus 72 años, Mick Jagger corrió por el escenario como si fuera un chiquillo durante las casi 2 horas de show. Detrás de él, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts ensamblaban un sonido que cualquier banda que inicia en los senderos del rock and roll envidiaría. No estábamos ante el ocaso de una de las mejores bandas de rock del mundo, sino ante un grupo demostrando su vigencia. “You Got the Silver”, “Gimme Shelter”, “Jumping Jack Flash”. Para “Sympathy for the Devil”, “Brown Sugar” fueron oro puro para una fiesta que terminó entre fuegos artificiales y “Satisfaction”. (El Comercio)
Coldplay (2016)
En abril del 2016, tres conciertos importantes se desarrollaron en el Nacional. Alejandro Sanz, Maná y Coldplay, llevaron, de manera conjunta, más de 100 mil personas en tres días distintos, claro está. Nos quedamos con Coldplay, por la trascendencia de la banda británica. Protagonistas de una de las giras más exitosas de todos los tiempos, Chris Martin y compañía se cansaron de llenar estadios durante el 2016 y el 2017. Lima no fue la excepción. Con un show cargado de mucho color, fiesta y fuegos artificiales, el “A Head Full of Dreams Tour” llegó a Lima con lo mejor del repertorio de la banda inglesa. Sus más recientes éxitos como “A Sky Full of Stars”, “Adventure of a Lifetime” y “Hymn for the Weekend”, se juntaron a clásicos como “Yellow”, “The Scientist” y “Fix you”. Una memorable presentación que se extendió por poco más de dos horas, tres escenarios distintos (el principal con una pasarela que bordeaba los 40 metros) y 23 canciones. Un 5 de abril imborrable en la memoria de aquellos que estuvieron allí. (Miguel Rocca)
Guns N’ Roses (2016)
Llegar al Estadio Monumental en un día de fútbol es complicado. Ahora imagine llegar a un concierto en el es que se esperan más de 50 mil almas. Bueno, eso pasó el 27 de octubre, día en el que todos querían estar en el concierto de Guns N’ Roses. Axl Rose, Slash y compañía volvían a la capital para demostrar su vigencia en una plaza que los respeta y valora bastante. Los problemas en la voz de Axl pasaban desapercibidos para aquellos que son los más fans, pero la prolijidad de la banda sostiene al vocalista. Así llegaron temas como “Welcome to the Jungle”, la esperadísima “Sweet Child O’ Mine” con la emblemática intro de Slash en la guitarra. La poca interacción de la banda era sustituida por buena música. Como para recordar que los dinosaurios del rock aún están por aquí, y para suerte de nosotros, podemos verlos una vez más, ya que se ha confirmado la presencia de la banda en marzo del 2020. A esperar. (Miguel Rocca)
Bruno Mars (2017)
Lo que podríamos decir del show de Peter Hernández (o Bruno Mars) es que fue un concierto de alta velocidad. Casi sin pausas, el estadounidense arrancó de manera explosiva su show en el Estadio Nacional con “Finesse”. Con coreografías casi perfectas en el escenario y una banda muy destacada y completa, Bruno hacía delirar a sus fans. La capacidad de cantar y bailar de Bruno era admirada por todos los asistentes. Era la confirmación de que uno de los artistas pop más importantes de la década (a diferencia de lo que pasó con Lady Gaga y Beyoncé) sí podía llevar más de 40 mil personas. Temas como “Marry You”, “That’s What I Like”, “Just the Way You Are” y “Uptown Funk” fueron los más esperados y coreados de la noche. El concierto constó de 15 canciones y aproximadamente 1 hora 20 minutos de duración. (Miguel Rocca)
Natalia Lafourcade (2017)
A la escena musical latinoamericana siempre se le critica su falta de renovación y su estancamiento, por eso ver crecer a Natalia Lafourcade ha sido uno de los grandes placeres de esta década. En el 2014, la mexicana había llegado por primera vez al Perú para presentar “Mujer divina”, el disco que la conectó con la música tradicional mexicana e hispanoamericana, y en el 2017 regresó con “Hasta la raíz", el material en el que desplegó todas las lecciones aprendidas y que la convirtió en una de las cantautoras más respetadas de nuestro idioma en estos días. Las entradas para el concierto en el Auditorio del Pentagonito se agotaron. La intimidad del espacio permitió momentos de extraña conexión entre la audiencia y la artista: ella echada sobre el suelo, mirando al techo, tocando la guitarra, mientras los presentes ponían la voz cantante. Además, aquel show fue el último del tour, por lo que se rescata de esa noche la relación entrañable de Natalia y los músicos que integraron esa banda. Especial fue la reflexión que hizo sobre su trabajo con Gustavo Guerrero, su hasta ese momento director de orquesta y compañero de gira. Muchas emociones en escena. (Melvyn Arce)
Radiohead (2018)
Si hubo un show que se hizo esperar -y mucho- fue el de Radiohead. Desde que visitaron América Latina en 2009 (y la vida que había cobrado la escena conciertera en Lima permitía soñar), se especulaba con la posibilidad de tenerlos en vivo y en directo. En 2012 se frustró la posibilidad de una gira en la región y, en 2018, se animaron a volver en el marco de un festival organizado por Move: el Soundhearts. El que es uno de los grupos con más fanáticos en el Perú salió a escena luego de la aparición de los nacionales de Mundaka y dos actos que -de otra manera- no habrían llegado a la poco arriesgada Lima: el DJ Flying Lotus, que llevó los sentidos a otro nivel con su performance, y JUNUN, el proyecto alternativo del guitarrista Jonny Greenwood. El plato fuerte, Radiohead, fue como adentrarse en un sueño, en ese mundo construido por guitarras, distorsiones, samplers y la melancolía y emotividad de una voz única. El público estuvo entregado tanto en los temas del por entonces ‘fresco’ “A Moon Shaped Pool” y clásicos como “No Surprises”, “Fake Plastic Trees” y la antes tan evitada “Creep”. Irrepetible. (Melvyn Arce)
The Strokes y Slipknot en Vivo x el Rock (2019)
Concebido inicialmente como un festival local en MegaPlaza de Independencia, nadie podía esperar que este 2019 el Vivo x el Rock tuviera como cabezas de cartel a dos referentes de sus respectivos géneros. The Strokes representando al nuevo rock de las últimas décadas y Slipknot con toda la fuerza del metal alternativo. Esta edición del festival (la undécima desde su creación) tuvo como plato fuerte también la inclusión de otros géneros históricamente marginados de estos festivales. Sí, el Vivo x el Rock tuvo salsa, cumbia, chicha, hip hop y mucho más. Casi casi como el Perú, una mezcla de todas las sangres (o géneros en este caso). The Strokes tocó por primera vez en Lima en una noche de noviembre. El recuerdo de los 18 temas de Julian Casablancas y compañía aún está presente en las más de 50 mil personas que se dieron cita en el estadio de San Marcos. Mientras que Slipknot repetía el plato en la capital con un show cargado de fuerza. Pogos y mucho diálogo entre la banda y su público caracterizaron esta presentación en el festival. Un largo y sostenido camino de crecimiento ampara y respalda al Vivo x el Rock, el festival más importante del país. (Miguel Rocca)
Bonus
Otros grandes shows que vimos en esta última década: The Cure, The Killers, Muse, Depeche Mode, Roger Waters, Mon Laferte, Ed Sheeran, Aerosmith, Arctic Monkeys, Lenny Kravitz, Big Bang.