El carismático cantante y líder de The Prodigy, Keith Flint, que hace una semana fue hallado muerto en su casa del sureste de Inglaterra, se ahorcó, anunció el lunes la justicia británica.
El artista, de 49 años, figura emblemática de la escena electrónica británica de los años 1990, "se quitó la vida", había afirmado otro de los miembros de la banda, Liam Howlett, cuando su cadáver fue descubierto por la policía en 4 de marzo.
Durante una corta audiencia este lunes, la forense Lynsey Chaffe anunció que los primeros resultados de la autopsia revelaron que la muerte fue por ahorcamiento.
"Se confirmó que su muerte no es sospechosa", agregó, subrayando que se desconocen aún los resultados de los exámenes toxicológicos.
El diario británico The Sun afirmó la semana pasada que el cantante estaba sumido en una "agonía secreta" debido a la ruptura con su esposa, la DJ japonesa Mayumi Kai, y la puesta en venta de su casa en Dunmow, al este de Londres. El tabloide afirmó que podía haber recaído en las drogas.
El anuncio de la muerte de Flint conmocionó a los fans de The Prodigy y provocó emotivas reacciones de figuras del mundo musical.
Plantea asimismo interrogantes sobre el futuro de uno de los grupos más influyentes de la escena underground británica, que interrumpió la gira de promoción de su séptimo álbum, "No Tourists".