Cuando la función de “Tu país está feliz” terminó, quedó desconcertado. Era el día del estreno, el 16 de setiembre de 1971 en el Corral de Comedias de Miraflores (hoy Teatro Británico), y los aplausos llenaron la sala. Él solo se iba a encargar de la dirección, pero tuvo que reemplazar a un amigo en el rol protagónico. “No podía creerlo, y menos que yo había dirigido eso. Entré en una crisis de dolor, de llanto, porque era una ruptura en mi vida”, afirmó Mario Delgado en el libro “Arte y oficio del director teatral en América Latina, México y Perú”, recordando su primer éxito como director de Cuatrotablas.
Cuarenta y cinco años después, la obra que estuvo a sala llena por un mes se vuelve a poner en escena en el Centro Cultural Peruano-Japonés.
—El silencio—
“Todos tenemos un Ricardo III o un Macbeth en el alma”, declaró Delgado hace tres años, señalando lo contradictorio como una característica humana. Quizás refiriéndose a experiencias como las que vivió en el Museo Metropolitano de Lima. “Durante un año y medio hemos montado 40 funciones de obras como 'El banquete de Mariátegui' o 'Los ríos profundos', cobrando solo los viáticos. No sé si no han valorado nuestro trabajo, pero el caso es que nos deben ese dinero”, agregó en esa ocasión. Aun así, Cuatrotablas siguió ofreciendo su arte al Estado, aunque poco a poco dejaron de llamarlos.
Bruno Ortiz, productor y amigo, cree que esto fue lo que lo llevó a la depresión que lo mantiene con pronóstico reservado en una unidad de cuidados intensivos. "Ni las empresas ni los medios de comunicación quisieron saber nada de él. No había auspicios o llamadas del Ministerio de Cultura. Le dieron la espalda", afirma. "Yo lo conocí en 1998 en el Encuentro Ayacucho que se realiza cada 10 años, para compartir y discutir sobre teatro. Es más, hasta hace algunos días, él se encontraba planificando la siguiente edición de este evento, pero tuvieron que internarlo", concluye Ortiz.
"Tu país está feliz", ópera prima de Delgado, vuelve a las tablas en un momento simbólico. No faltarán las palabras de agradecimiento al maestro al acabar la función.
Más información
Lugar: Centro Cultural Peruano-Japonés.
Dirección: Avenida Gregorio Escobedo 803, Jesús María.
Día y hora: Viernes 30 a las 8 p.m.
Entradas: Ingreso libre, capacidad limitada.