Después de seguir durante cinco años las hazañas de Kafka Hibino y su lucha contra los Kaijus en “Kaiju No. 8”, es probable que no puedas evitar sentir una mezcla de satisfacción y nostalgia. El capítulo 129, lanzado el 17 de julio de 2025, marcó el cierre oficial de uno de los mangas más únicos que ha dado la Shonen Jump+ en esta nueva era del shōnen.
Si tú también estuviste desde el principio (o si llegaste por el hype del anime), seguro que te estás preguntando: ¿Qué pasó realmente al final con Kafka? ¿Qué fue de Mina Ashiro, Kikoru Shinomiya y el resto de la Fuerza de Defensa Anti-Kaiju de Japón? En esta nota, te explico todo —sin vueltas— sobre cómo terminó esta gran historia escrita e ilustrada por Naoya Matsumoto.
KAFKA HIBINO: ¿HÉROE HUMANO O KAIJU DEFINITIVO?
El clímax del manga se centró en el Arco de la Última Ola, donde Kafka lo dio absolutamente todo para derrotar al Kaiju No. 9 y al Daikaiju de la Era Meireki. El sacrificio fue inmenso. Kafka estuvo al borde de perder su humanidad, y eso nos tuvo a todos con el corazón en la garganta. Pero en el capítulo final se revela algo clave: Isao Shinomiya, antes de morir, le entregó su corazón a Kafka como reemplazo del núcleo Kaiju que había perdido.
Gracias a ese sacrificio, Kafka despierta tras cuatro meses de coma… y aunque recupera su humanidad, mantiene sus poderes híbridos. Al parecer, los espíritus de los samuráis de la Era Meireki siguen prestándole su fuerza, permitiéndole luchar por la humanidad sin perderse a sí mismo en el proceso. Fue un cierre poderoso, que equilibra redención y legado.
Kafka Hibino es el personaje principal de "Kaiju No. 8", anime que se desarrolla en un mundo plagado de criaturas monstruosas conocidas como Kaiju (Foto: Production I.G)
¿QUÉ PASÓ CON KAIJU NO. 9 Y LAS ARMAS BIOLÓGICAS?
Uno de los puntos más inquietantes del cierre es que el cuerpo de Kaiju No. 9 no fue destruido completamente. De hecho, el manga confirma que sus restos están siendo preservados en la bóveda más segura para investigaciones científicas. Además, seis monstruos de clase eminente están bajo custodia, lo que deja abierta la puerta a futuras amenazas —o incluso a una posible continuación.
Una revelación interesante es la compatibilidad entre Kaiju No. 12 y Soshiro Hoshina, algo que plantea un debate sobre usar Kaijus como armas humanas. Pero como era de esperarse, esa decisión aún está bajo evaluación debido al riesgo potencial. No se trata solo de fuerza, sino de ética y control.
KAFKA Y MINA: ¿ROMANCE O CAMARADERÍA?
Muchos fans, y me incluyo, esperábamos un momento romántico entre Kafka Hibino y Mina Ashiro, especialmente después de todo lo que insinuaron desde el capítulo 109. Sin embargo, el final se inclinó más por la sobriedad: su reencuentro fue casi profesional, frío para algunos, pero coherente con la personalidad estoica de Mina como comandante de alto rango.
Aunque no hubo confesión ni abrazo emotivo, sí quedó claro que Kafka logró cumplir su promesa de infancia: regresar a la Tercera División y seguir luchando al lado de Mina. Así que, más allá del romance, lo que el manga quiso destacar es el valor de la amistad, el deber y la perseverancia.
EL DESTINO DE LA FUERZA DE DEFENSA ANTI-KAIJU
Una de las cosas que más me gustó del final fue ver cómo la Fuerza de Defensa Anti-Kaiju de Japón resurgió con más fuerza que nunca. El sacrificio de sus miembros durante el Arco de la Última Ola no solo salvó a la humanidad, sino que también cambió la percepción pública: las solicitudes de ingreso se cuadruplicaron.
Es un cambio tremendo si recuerdas que, al inicio del manga, la gente apenas confiaba en ellos. Ahora, el manga muestra cómo la sociedad se une en un esfuerzo colectivo para reconstruir sus ciudades, honrando el legado de Isao y los héroes que cayeron.
Kafka Hibino en el anime "Kaiju No. 8" (Foto: Crunchyroll)
¿QUÉ FUE DEL ELENCO PRINCIPAL?
El epílogo también nos dejó actualizaciones importantes del resto del equipo. Kikoru Shinomiya, pese a su juventud, fue ascendida a vicecomandante de la Primera Unidad, continuando así el legado de sus padres. Además, los miembros más jóvenes de la Tercera División —como Leno Ichikawa, Iharu Furuhashi, Haruichi Izumo y Aoi Kaguragl— fueron nombrados líderes de pelotón.
Esos ascensos no solo son merecidos, sino que también posicionan a la Tercera División como una fuerza igual de poderosa que la Primera. Es un lindo mensaje de evolución y paso de antorcha que cierra de forma esperanzadora este gran viaje.
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