
El reciente choque del buque escuela Cuauhtémoc de la Armada de México contra el puente de Brooklyn dejó conmocionados a muchos. El accidente, que ocurrió el sábado por la noche en Nueva York, provocó la muerte de dos cadetes y dejó 19 heridos. En redes sociales, no tardaron en aparecer teorías de conspiración sobre lo ocurrido; sin embargo, una experta en el tema salió a aclarar la situación. Captain Boomies, como se hace llamar en TikTok, es una marinera con 25 años de trayectoria en el mundo marítimo, muchos de ellos en el puerto de Nueva York.
En un breve video, Boomies aseguró que el buque no intentaba pasar por debajo del puente, como se dijo en redes. Según su análisis, el Cuauhtémoc estaba retrocediendo para abandonar el puerto marítimo de South Street cuando encontró dificultades que modificaron su trayectoria.
“Necesito cortar algunas teorías de conspiración muy rápido”, comenzó diciendo. Explicó que ese lugar es una de las pocas opciones que tienen los barcos altos para atracar en Nueva York, a pesar de estar muy cerca del puente.

La experta sugirió que el buque podría haberse quedado atascado en reversa mientras trataba de salir. Aunque contaba con un remolcador de atraque, este tipo de embarcaciones solo orientan la salida y no remolcan completamente. Eso, sumado a las fuertes corrientes del East River, habría complicado la maniobra.
“El East River es retorcido cuando hay mucha corriente”, indicó. Añadió que la marea ese día pudo haber alcanzado hasta tres nudos, suficiente para empujar una embarcación aunque no esté bajo motor.
Otro detalle que llamó la atención del público fue por qué los tripulantes no bajaron antes del mástil. Captain Boomies también aclaró ese punto: bajar del aparejo en un barco alto no es algo que se pueda hacer rápidamente.

“Tienes que moverte a lo largo de las pequeñas cuerdas de los dedos de los pies, literalmente destinadas a que los dedos de los pies estén encendidos y se enganchen y se desenganchen a medida que avanzas y te agachas”, explicó. En una situación de emergencia, eso puede tardar más de lo que parece.
Ese retraso, lamentablemente, podría haber sido determinante en las consecuencias del accidente. Aun así, la marinera destacó que la comunidad marítima siempre se toma en serio este tipo de incidentes.
“Cada vez que sucede algo así, apuesto a que reevaluamos cómo hacemos las cosas y por qué las estamos haciendo”, afirmó.

En conclusión, para la experta marítima no se trató de conspiraciones, sino de una combinación de problemas técnicos, condiciones difíciles y poco margen de reacción. Su análisis brinda una nueva perspectiva sobre la tragedia y ayuda a comprender mejor lo que ocurrió esa noche en el puerto de Nueva York.