Una nutricionista explicó que ciertos hábitos alimenticios pueden contribuir a reducir la fatiga crónica. (Foto referencial: Freepik)
Una nutricionista explicó que ciertos hábitos alimenticios pueden contribuir a reducir la fatiga crónica. (Foto referencial: Freepik)
Una nutricionista explicó que ciertos hábitos alimenticios pueden contribuir a reducir la fatiga crónica. (Foto referencial: Freepik)
Jorge Villanes

La fatiga crónica afecta a millones de personas en todo el mundo. Muchos trabajadores afirman sentirse agotados a diario, lo que afecta su productividad y bienestar. Pero, ¿y si la alimentación tuviera un papel clave en este problema? Según la nutricionista Sandra Moñino, experta en nutrición antiinflamatoria, lo que comemos influye directamente en nuestros niveles de energía.

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En una entrevista en “Lo que viene”, con José Ángel Cuadrado (Cadena COPE), explicó que ciertos hábitos alimenticios pueden ayudarnos a despertar con más vitalidad y reducir la sensación de cansancio.

Moñino señala que la alimentación no solo impacta el cuerpo, sino también la mente. “Lo que comemos interfiere en cómo nos sentimos a nivel emocional y cognitivo, además de influir en la fatiga y la energía que experimentamos, sobre todo por la mañana”, explica.

Según la nutricionista Sandra Moñino,, la alimentación juega un papel fundamental en los niveles de energía que tenemos cada día. (Foto: @cope_es)
Según la nutricionista Sandra Moñino,, la alimentación juega un papel fundamental en los niveles de energía que tenemos cada día. (Foto: @cope_es)

Uno de los factores más influyentes en el cansancio es la inflamación crónica, relacionada con una dieta poco equilibrada y un desequilibrio en la microbiota intestinal. Muchas personas no se dan cuenta de cómo los alimentos afectan su energía hasta que mejoran su alimentación y notan un cambio significativo en su bienestar.

Uno de los consejos clave de la nutricionista es cenar temprano y de manera ligera. “Cenar pronto, unas tres horas antes de dormir, y optar por comidas ligeras es fundamental”, recomienda.

Platos pesados, ricos en grasas o carbohidratos refinados, pueden dificultar la digestión y afectar el sueño, lo que provoca que despertemos sin energía. En su lugar, sugiere opciones como cremas de verduras, ensaladas o verduras asadas con proteínas ligeras como queso feta, aguacate o pan integral. También recomienda evitar snacks nocturnos, leche o chocolate, ya que pueden alterar el descanso. En su lugar, sugiere infusiones relajantes como valeriana, pasiflora o melisa.

@cope_es 🥱 ¿Se puede reducir la #fatigacrónica mejorando nuestra#alimentacion ? 🎙 Responde en Lo que viene @Sandra Moñino Costa junto a @José Ángel Cuadrado Roca Además, hablamos del síndrome del #burnout 🎧 Ya está disponible el pódcast en Cope.es y en nuestros canales digitales #cienciaentiktok #innovation ♬ sonido original - COPE

Además de la alimentación, hay otros hábitos que pueden mejorar la energía matutina. La exposición al sol es esencial, ya que ayuda a producir melatonina, la hormona del sueño. También el ejercicio físico contribuye a aumentar la energía y el bienestar gracias a la liberación de serotonina y dopamina, aunque Moñino advierte que hacerlo muy tarde o consumir cafeína después de las 15:00 horas puede afectar el descanso.

Por último, destaca que la ansiedad por la comida puede generar desequilibrios nutricionales que afectan la energía. Para evitarlo, recomienda que las comidas principales sean completas y equilibradas, con suficiente proteína, fibra y grasas saludables.

“Todo se puede mejorar con buenos hábitos y una buena alimentación”, concluye la experta.

Así que, si cada mañana sientes agotamiento, prueba estos consejos y descubre cómo la nutrición puede ser tu mejor aliada.

Ciertos hábitos alimenticios pueden ayudarnos a levantarnos con más vitalidad. (Foto referencial: Freepik)
Ciertos hábitos alimenticios pueden ayudarnos a levantarnos con más vitalidad. (Foto referencial: Freepik)

Qué alimentos incluye una dieta saludable

Una dieta saludable se basa en la variedad y el equilibrio. Incluye alimentos de todos los grupos: frutas y verduras para vitaminas y minerales, cereales integrales para energía, proteínas magras como pescado o pollo, y grasas saludables como aguacate o frutos secos. Es importante limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.

Además, una dieta saludable implica hábitos como beber suficiente agua, controlar las porciones y cocinar en casa para tener mayor control sobre los ingredientes. También es fundamental escuchar al cuerpo y comer con atención plena, disfrutando de los alimentos y reconociendo las señales de hambre y saciedad.

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