Gracias a su cantidad de proteínas, el huevo cocido es uno de los alimentos más consumidos en el mundo. Si bien esta puede ser una tarea sencilla, en la práctica existe el riesgo de que se quiebre durante su proceso de cocción o que la yema adquiera un tono gris. Esta apariencia no es del gusto de muchos comensales, pero podemos solucionarla con unos sencillos pasos, así que pon atención a este truco casero de hoy.
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La yema de huevo es una fuente saludable de proteínas y nutrientes, aunque en ocasiones adquiere un tono gris o verduzco cuando los cocemos.
De acuerdo con Heinz Wuth, experto en ciencia y cocina, “el calor remanente hace que en la yema se genere un componente llamado sulfuro de hierro”. Este fenómeno provoca que reaccione con los pigmentos, cambie de color y se desprenda un olor a podrido.
Pasos para evitar que la yema de huevo se ponga gris
Para evitar que aparezca un color gris o verde en la yema de huevo, debes asegurarte de no hervir en exceso. Según los expertos en cocina, no debes pasarte de los 15 minutos para que conserve su color característico.
Si quieres evitar que los huevos se resquebrajen en la olla también puedes añadir un poco de vinagre (1 litro de agua por 20 ml de vinagre).
Después de la cocción, lo ideal es enfriar los huevos en abundante agua fría por 15 minutos más. De esta manera, no habrá reacciones y podrás tener el tono perfecto.
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