Rick Harrison compró una colección de monedas por miles de dólares (Foto: History Channel / Freepik)
Rick Harrison compró una colección de monedas por miles de dólares (Foto: History Channel / Freepik)
Pedro Bustamante

Las cosas antiguas, con mucha suerte, pueden llegar a valer mucho dinero si se consideran coleccionables. Con pasa este increíble fenómeno debido a la existencia de personas que ganas miles y hasta millones de dólares por los más prestigiosos ejemplares. Es así que la numismática ocupa uno de los pasatiempos más rentables, aunque conseguir alguna que otra pieza se convertirá en un dolor de cabeza.

Un hombre de nombre Daniel se vio en la obligación de vender unas monedas muy antiguas que habían llegado a sus manos gracias a una herencia. Pese al valor sentimental de sus antepasados, este hombre acudió a la casa de empeño más famosa del mundo, la del programa “El precio de la historia” que se emite por la señal de History Channel. Al llegar allí el que lo recibió fue el dueño de esta, Rick Harrison.

Luego de una serie de evaluaciones de todas las monedas que llevó Daniel a la tienda, pudieron llegar a un acuerdo para la venta, concretando así una negociación que ambas partes consideraron como productivas para ellos, pues el dueño se va con dinero y el comprador con la posibilidad de revender las piezas a un precio mayor y obtener las ganancias que considera correctas.

Estas son las monedas que llevaron a "El precio de la historia" (Foto: History Channel)
Estas son las monedas que llevaron a "El precio de la historia" (Foto: History Channel)

EL TRATO PARA VENDER LAS MONEDAS

En un episodio de “El precio de la historia”, Daniel, un vendedor, llegó con una colección de monedas antiguas que había heredado de su abuelo. Entre ellas, destacaban varios dólares de plata Morgan de 1878, una de las monedas más coleccionables de los Estados Unidos. Al presentar su colección, le contó a Rick Harrison que estas piezas tenían una “historia seria”, lo que despertó inmediatamente el interés del dueño.

Rick comenzó a examinar la docena de monedas con atención y, al ver las de 1878, se mostró sorprendido. “Es la moneda más coleccionable de todas las de Estados Unidos”, le comentó a Daniel, explicando que la popularidad de estas entre los coleccionistas se debía a las marcas de ceca y las variaciones que existían entre las distintas versiones de la misma moneda. Sin embargo, había algo aún más especial en las de Daniel: todas estaban mal calificadas.

Aunque para muchos coleccionistas las monedas con calificación más baja tienden a tener un valor reducido, en el caso de los dólares de plata Morgan, las con un desgaste más pronunciado y natural suelen ser altamente valoradas. Afortunadamente para Daniel, todas sus monedas recibieron la calificación de “Poor 1″ por parte de la Numismatic Guaranty Company, lo que aumentó significativamente su valor en el mercado de coleccionistas.

Rick, reconociendo la rareza de la colección, le explicó a Daniel que, aunque inicialmente había solicitado US$200 dólares, el valor real era mucho mayor. Rick mencionó que, en realidad, cada moneda podría venderse por entre US$600 y US$700 debido a su clasificación única. Sin embargo, al ser un comerciante honesto, decidió hacer una oferta mucho más generosa.

Después de una breve negociación, Rick le ofreció a Daniel US$4,000 por toda la colección. Aunque Daniel esperaba conseguir algo más, específicamente US$5,000 dólares, finalmente aceptó el trato al darse cuenta de que el valor real de sus monedas era mucho más alto de lo que había imaginado al principio.

Con una sonrisa, el vendedor agradeció a Rick por ser transparente y no engañarlo. Mientras se alejaba para cobrar el dinero, le dijo: “Sabía que había algo que me gustaba en ti”. Al final, ambos quedaron satisfechos con el acuerdo, y Daniel se llevó una cantidad mucho mayor de la que había anticipado al llegar al local.

SOBRE EL AUTOR

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.