
En el mundo del coleccionismo, encontrar un tesoro no siempre significa desenterrar un cofre antiguo o descubrir una obra de arte perdida. A veces, basta con mirar de cerca el cambio en nuestros bolsillos. Las monedas de la década de 1970 han demostrado ser una mina de oro para los coleccionistas, con algunos ejemplares alcanzando valores sorprendentes en subastas. Con errores de acuñación únicos y características distintivas, estos pequeños discos de metal pueden valer mucho más que su denominación original.
Entre las monedas más valiosas de esta época se encuentran las que presentan errores de doble troquelado, sobreacuñaciones y diseños inusuales. Los centavos y monedas de cinco centavos son especialmente codiciados, y en algunos casos, sus precios han alcanzado los miles de dólares. Esto se debe a que los errores de fabricación las hacen extremadamente raras y deseables para los expertos numismáticos.
LAS MONEDAS DE LOS AÑOS SETENTA QUE SE VENDEN EN MILES DE DÓLARES
Un ejemplo impresionante es la moneda de un centavo con anverso de doble troquel de 1971-S, que se vendió por la asombrosa cifra de US$10,350. Este tipo de error ocurre cuando el troquel golpea la moneda más de una vez, creando un relieve más pronunciado y, a veces, ligeramente desalineado. Cuanto más evidente sea el error y mejor sea la condición de la moneda, mayor será su valor en el mercado.

Otro caso fascinante es el centavo de 1974-S con reverso de 1973-S, que alcanzó los US$11,400 en una subasta. Conocida como moneda “brockage”, presenta una imagen reflejada en uno de sus lados debido a un fallo en el proceso de acuñación. Estas monedas son altamente codiciadas porque representan un error poco común y difícil de replicar.
El dólar Susan B. Anthony de 1979 estampado sobre un níquel Jefferson de 1978 es aún más raro, con un precio de venta de US$15,275. Las sobreestampaciones de este tipo son extremadamente inusuales y, en este caso, la combinación de dos monedas de distintos años añade un elemento de singularidad que lo hace aún más atractivo para los coleccionistas.

Las monedas de prueba también tienen su lugar en este selecto grupo. Un centavo de 1971-S con diseño de cameo profundo se vendió por US$17,250. Estas monedas de prueba no están destinadas a circular, sino a servir como modelos para futuras emisiones. Su belleza y perfección en los detalles hacen que sean piezas de gran interés para los amantes de la numismática.
Finalmente, los centavos de 1970 han demostrado ser particularmente valiosos, con dos variedades destacadas: el centavo con fecha pequeña, que alcanzó los US$18,400, y el centavo con fecha grande, que se vendió por la increíble suma de US$24,150. La diferencia entre ambos radica en el tamaño del número “7″ en la fecha. Aunque pueda parecer un detalle menor, en el mundo de los coleccionistas, estos matices pueden marcar la diferencia entre una moneda común y una verdadera joya.

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.