Ya en su debut, Marruecos había dejado señales claras de lo lejos que podía llegar. A la vigente subcampeona del mundo Croacia, le jugó de igual a igual -o incluso mejor- y le sacó un empate valiosísimo. Ahora se tumbó a una de las selecciones que últimamente ejerció como favorita en los Mundiales: Bélgica.
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Se sabía que la misión de triunfar no iba a ser nada fácil. Pero la selección de Marruecos saltó a la cancha totalmente convencida de lograr la hazaña. Antes de todo, tuvo que hacer un cambio de última hora: Yassine Bounou, portero que cantó el himno de su país en el momento protocolar del partido, ‘desapareció’ del once inicial tras ser reemplazado por Munir sin la necesidad de quemar ventanas de cambio.
Sea como fuere, más allá de ese extraño incidente, ninguno de los dos guardametas marroquís iba a ser tan protagonista en el encuentro como Thibaut Courtois, el mejor del mundo actualmente.
Courtois, que había parado todo en su debut ante Canadá -incluso un penal-, siguió por ese mismo camino este domingo, al responder a todos los ataques de Marruecos con efectividad y seguridad. Al menos así fue hasta el minuto 73′.
La selección africana había avisado mucho antes que en cualquier momento iba a festejar un gol. De hecho, cuando iba a finalizar el primer tiempo, Hakim Ziyech logró introducir el balón en la portería de Courtois, pero el tanto fue anulado por offside. Menos de medio cabeza adelantadA de su compañero Mazraoui -interfiere en la jugada- le impidió celebrar.
Aún así, Marruecos siguió intentando sin cesar, con mucha más claridad que Bélgica. Y el esfuerzo finalmente le dio recompensas: Abdelhamid Sabiri anotó el primer gol con una jugada idéntica al que le anularon a Ziyech y Zakaria Aboukhlal sentenció el 2-0 en los descuentos tras una gran definición, que a Courtois se le hizo imposible de atajar.
Bélgica no reaccionó en ningún momento, ni siquiera con Romelu Lukaku acechando arriba. Los marroquíes se defendieron a la perfección, anularon a todas las estrellas belgas y mantuvieron su superioridad a su manera para poder celebrar una victoria mundial después de 24 años.
En Rusia 2018 se habían quedado con ese sinsabor, pero la historia ha dado un rumbo bastante positivo en Qatar 2022. Y es que haberse impuesto a Bélgica no solo es una gesta histórica, sino que además esto le permite a Marruecos liderar su grupo como ningún otro africano de la competición lo está haciendo.
Con cuatro puntos, los marroquíes están a solo un paso de clasificar a octavos de final por segunda vez en su historia (la primera fue en México 86′) y tienen todo lo necesario para lograrlo. Ya superaron las pruebas “más complicadas” ante Croacia y Bélgica; ahora se viene Canadá, que igualmente no es una selección que deba ser subestimada. Todo lo contrario.
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