Washington, Beirut, Reuters
Estados Unidos y sus aliados árabes bombardearon Siria por primera vez el martes, provocando la muerte de decenas de combatientes del Estado Islámico y miembros de un grupo separado vinculado con Al Qaeda, lo que abre un nuevo frente contra los militantes al sumarse a la guerra civil siria de tres años.
La Armada estadounidense divulgó videos de misiles crucero Tomahawk disparados desde el mar.
En un cambio notable de alianzas en Medio Oriente, los ataques no encontraron objeción -sino incluso señales de aprobación táctica- del Gobierno Sirio del presidente Bashar al Asad, que dijo que Washington le había notificado antes.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) dijo que Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Qatar y Bahréin participaron o dieron apoyo a los ataques contra objetivos del Estado Islámico.
Todos son países hostiles a Al Asad, pero ahora temen a los combatientes que han surgido de la rebelión contra el Gobierno Sirio y a los que otrora ellos respaldaron.
Aviones de guerra y barcos con misiles crucero Tomahawk atacaron a combatientes, centros de entrenamiento, oficinas centrales e instalaciones de comando y control, de almacenamiento, un centro de financiamiento, de suministro de camiones y vehículos armados, dijo CENTCOM.
Washington también aseguró que fuerzas estadounidenses habían actuado solas para lanzar ocho ataques en otras áreas de Siria contra el Grupo Jorasán, una unidad de Al Qaeda que funcionarios de Estados Unidos han descrito en los últimos días como una amenaza similar a la del Estado Islámico.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que monitorea la guerra en Siria, dijo que al menos 70 combatientes del Estado Islámico murieron en los ataques que impactaron al menos 50 objetivos en las provincias de Raqqa, Deir al-Zor y Hassakah.