Corre el año 1943. El lugar es Teherán, la capital iraní. Los líderes del Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética están reunidos para coordinar su acción final contra Hitler.
A las imágenes sobre el evento de los noticieros de la época acompaña una música militar y el narrador describe exaltado lo que se ve.
"Roosevelt, Churchill y Stalin han puesto la maquinaria en marcha para la gran final: Reino Unido, Estados Unidos y Rusia están juntos en una unidad invencible", dice.
El objetivo de la reunión de los llamados Aliados era discutir una estrategia futura contra el Führer y Moscú confirmó su adhesión a la guerra contra Japón.
Incluso discutieron cómo dividir Alemania tras la victoria.
Stalin, Roosevelt y Churchill (de izquierda a derecha en la imagen) fueron los participantes de la Conferencia de Teherán de 1943. (Foto: Getty Images)
Más de 70 años han pasado desde aquella Conferencia de Teherán.
Pero hoy, en Rusia, la idea de la "unidad invencible" está siendo acuñada de nuevo en el contexto de una nueva batalla: la guerra contra el grupo autodenominado Estado Islámico.
"Durante la Segunda Guerra Mundial, varios países políticamente muy distintos fueron capaces de dejar a un lado sus diferencias para combatir la plaga del fascismo", cuenta.
"Lo que necesitamos ahora es eso mismo: dejar de lado las diferencias para combatir juntos al terrorismo internacional".
¿Otro motivo?
En las últimas semanas muchos políticos, funcionarios y figuras religiosas rusas con las que hablé insistieron en el mismo mensaje: que Rusia y Occidente deberían forjar una alianza contra el Estado Islámico al estilo del que se hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Vladimir Putin también ha puesto sobre la mesa la idea.
En su intervención de septiembre ante Naciones Unidas hizo un llamado para "una genuina y amplia alianza contra el terrorismo, justo como la que existió contra Hitler".
"Putin quiere desesperadamente cooperar con Occidente", dice Kasyanov.
El ex ministro Mikhail Kasyanov dice que Putin lo que quiere es el respeto de Occidente. (Foto: AFP)
"En primer lugar, para que se levanten las sanciones. Y en segundo lugar, para que se reconozca que sin Rusia no hubiera podido pasar nada", explica.
"El respeto externo sería una fuente de respeto también en el interior de Rusia. Putin necesita transferir esto a los ciudadanos a través de la propaganda y televisión".
El Kremlin, sin embargo, no está preparado para asegurar una unidad invencible a cualquier precio.
Sobre todo si el precio a pagar es que Moscú deje de apoyar al presidente de Siria, Bashar al Asad.
"Sin visión común"
El hecho de que existan visiones tan divergentes complican los esfuerzos para crear una gran coalición "contra el terrorismo".
"No tenemos una visión común. Y como no la tenemos, no podemos tener tampoco una estrategia común", dice Andrei Kortunov, del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, una organización sin ánimo de lucro formado por expertos en política internacional y que busca estrechar lazos entre países.
"Es más, la mayoría de las partes involucradas en el conflicto no confían las unas en las otras, y esa es una complicación mayor", añade.
"La concentración de tropas en la región es muy alta y el puro poder militar genera riesgos. No veo un final para este juego".
Que Turquía -miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)- derribara recientemente un avión de combate ruso cerca de la frontera con Siria asestó otro golpe a una potencial "unión invencible", al aumentar las sospechas de Rusia sobre Occidente.
"El problema es que algunos países, EE.UU. incluido, y probablemente también Reino Unido, tratan de usar esta inestable situación para promover ciertos intereses nacionales", me dice Konstantin Kosachev, jefe del comité de asuntos exteriores de la cámara alta del Parlamento ruso.
"Promueven el interés de permanecer como naciones líderes, de liderar a la humanidad y de preservar el derecho a determinar quién tienen razón y quién no, quién se queda en el poder y quien debe dejarlo", explica.
"Y eso está completamente mal, creo yo".
Sin embargo, no puedo evitar pensar que si Roosevelt y Churchill encontraron una manera de trabajar con Stalin, Obama y Cameron puede encontrar una manera de trabajar con Putin.
Aunque tal vez eso sólo ocurra cuando todas las partes concluyan que la amenaza para ellas mismas es tan grande e inminente de que la única manera de ganar la guerra contra el terrorismo es luchar juntas.
#Putin ordena responder con "extrema firmeza" a cualquier amenaza contra #Rusia en #Siria ► https://t.co/65j6p6JSh6 pic.twitter.com/k7SpbmNc6J
— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) diciembre 11, 2015
Contenido sugerido
Contenido GEC