Pudieron abrazarse y tocarse. Los asistentes al concierto del grupo español Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi de Barcelona el pasado 27 de marzo fueron parte de un ensayo para verificar la viabilidad de eventos masivos. (LLUIS GENE / AFP).
Pudieron abrazarse y tocarse. Los asistentes al concierto del grupo español Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi de Barcelona el pasado 27 de marzo fueron parte de un ensayo para verificar la viabilidad de eventos masivos. (LLUIS GENE / AFP).
/ LLUIS GENE
Gisella López Lenci

Asistir a un concierto sin distancia social y sentir por un par de horas que no estamos en peligro, que la pandemia es un mal recuerdo y lo peor ya pasó. El sueño de muchos que añoran cantar hasta quedarse roncos, saltar y bailar podría no estar tan lejano.

Contenido sugerido

Contenido GEC