El técnico de farmacia del Aspen Valley Hospital, Chris Maciag, a la izquierda, y el farmacéutico clínico Kelly Atkinson miden las dosis de los viales individuales de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 en el remolque de la unidad de comando en el estacionamiento de Benedict Music Tent en Aspen, Colorado. (Foto: Kelsey Brunner / The Aspen Times vía AP)
El técnico de farmacia del Aspen Valley Hospital, Chris Maciag, a la izquierda, y el farmacéutico clínico Kelly Atkinson miden las dosis de los viales individuales de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 en el remolque de la unidad de comando en el estacionamiento de Benedict Music Tent en Aspen, Colorado. (Foto: Kelsey Brunner / The Aspen Times vía AP)
/ Kelsey Brunner
Agencia AFP

Europa tiene que ser solidaria con las vacunas, teniendo en cuenta que hasta ahora el 95% de las dosis han sido utilizadas en 10 países, instó este jueves la dirección regional de la ().

Es necesario que “todos los países capaces de contribuir, dar y apoyar el acceso y el despliegue justos de las vacunas lo hagan”, afirmó el director para la región Europa de la OMS, Hans Kluge, en una rueda de prensa online.

Asimismo, subrayó los “enormes” esfuerzos de la organización y sus socios para que cada país pueda obtener los fármacos.

Según él, un 95% de las vacunas contra el covid-19 administradas en el mundo fueron inoculadas en 10 países, que no reveló.

Según la web de análisis de datos Our world in data, se trata de Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Rusia, Alemania, España y Canadá.

En poco más de un mes, unos 28 millones de dosis fueron inyectadas en unos 46 países, declaró el miércoles el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.

Pero, pese al inicio de las campañas de vacunación, la rapidez de propagación de las nuevas cepas del virus, especialmente las detectadas en Reino Unido y Sudáfrica, crea preocupación.

“La situación es alarmante”, confirmó Kluge.

En la región Europa, 25 países, entre ellos Rusia, han detectado casos relacionados con  la nueva cepa VOC 202012/01.

“Con una transmisibilidad mayor y una gravedad de la enfermedad similar, la variante suscita preocupación: sin un mayor control para frenar la propagación, habrá un mayor impacto en los centros de salud, casi desbordados y bajo presión”, explicó.

Pero, para Kluge es importante mantenerse optimista.

“2021 será otro año de coronavirus, pero será un año más previsible, la situación será más fácil de controlar”, aseguró.

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