El corredor guerrillero donde buscan a periodista desparecida
El corredor guerrillero donde buscan a periodista desparecida

Salud Hernández Mora es buscada en el municipio de El Tarra (Norte de Santander, ), cuya jurisdicción se encuentra incrustada en el corazón de la región del Catatumbo, tras su desaparición el sábado pasado. 

La zona es considerada como un corredor estratégico de los grupos guerrilleros Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la disidencia del Ejército Popular de Liberación (ELP), así como para el negocio del narcotráfico.

La periodista, columnista de El Tiempo de Colombia, llegó a la población el pasado miércoles para adelantar un trabajo periodístico sobre la situación de cultivos ilícitos y su erradicación, pero desde el mediodía del sábado se desconoce sobre su paradero.

La Fuerza Pública, por orden del presidente Juan Manuel Santos, activó los mecanismos de búsqueda desde el domingo 22 de mayo.

El Tarra, con escasos 25 años de fundación, es una “bisagra” que conecta la parte baja del Catatumbo, y la zona media – alta de esa misma región, donde se halla la Provincia de Ocaña. 

Según Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, actualmente un 80% de ese territorio está copado por cultivos de hoja de coca, que mueve en buena medida la economía local.

También se registra una sobredemanda en la producción de cocaína, situación que, de acuerdo con sus pobladores involucrados en el negocio, se ha dado luego de que el Gobierno de Colombia ordenara suspender, en el 2013, la erradicación de cultivos ilícitos en la región del Catatumbo. Además, por la ausencia de aspersión aérea de los sembrados desde el año 2010.

“El Tarra es un enclave estratégico para el tema de corredores de la guerrilla, así como para los cultivos de hoja de coca”, dijo Cañizares.

El defensor de derechos humanos añadió que esa población es uno de los municipios que presenta los mayores niveles de necesidades básicas insatisfechas del departamento, con una grave problemática de salud, ausencia de docentes, una cobertura de internet que no supera el tres por ciento; altos índices de desnutrición infantil, además de tener un precaria red vial, que dificulta el acceso. 

“Esta región es la expresión del abandono institucional. Y toda esta presencia de guerrilla, de coca y violencia está directamente relacionada con décadas de abandono”, dijo.

Para Cañizares, la situación actual en general del departamento es compleja, con tendencia a agravarse, esto en la medida que se va acercando una firma del acuerdo final entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, porque hay diversos actores delincuenciales que están tratando de reacomodarse en esos vacíos territoriales y del control de las actividades ilegales que dejaría el grupo subversivo.

Según el director de Progresar, las tensiones que se viven en la zona por ese reposicionamiento se están expresando en situaciones de violencia, entre ellas una alta cifra de homicidios, desplazamientos, amenazas y ataques a la Fuerza Pública, que también tiene una fuerte presencia en la región.

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Fuente: El Tiempo,GDA

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