llevó a cabo el sábado unos ejercicios militares con misiles, deteriorando las ya pésimas relaciones con Estados Unidos, que desde la investidura de multiplica las declaraciones hostiles contra su enemigo histórico.

Tras esta acción, el vicepresidente estadounidense Mike Pence advirtió al país de Medio Oriente que "no ponga a prueba la determinación" de la administración de Donald Trump.

Posteriormente, Irán dijo que el reciente ensayo con misiles no tenía como objetivo enviar un mensaje y probar al nuevo presidente de Estados Unidos.

El Gobierno de Rusia dijo que no está de acuerdo con la decisión del presidente Donald Trump de calificar a Irán como "el principal estado terrorista" y añadió que de hecho desea profundizar sus relaciones con la república islámica.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, desestimó el martes la advertencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a que Teherán debe detener sus ensayos con misiles, y llamó a los iraníes a responder a las "amenazas" el viernes en el aniversario de la revolución de 1979.

Fuente: Agencias

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