"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia". Con estas palabras, el papa Francisco inició uno de sus viajes más complicados de su pontificado. Una visita que fue especialmente dura en Chile, un país que poco a poco se ha distanciado de la religión católica y que lo recibió con sentimientos polarizados debido principalmente a los casos de abusos que se han revelado en el país sureño.
El Papa tenía una agenda cargada en Chile. Había temas pendientes en los que la gente esperaba que se pronuncie. Uno de estos tópicos, el más polémico, era el que involucraba al obispo Juan Barros y su supuesto encubrimiento a agresores sexuales como Fernando Karadima.
El Comercio hizo las siguientes preguntas a Rodrigo Larraín, sociólogo de la Universidad Central de Chile con maestría en teología y a Miguel Ángel López, doctor en Ciencia Política y académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile: ¿Qué conclusiones dejó la visita del papa Francisco? ¿Tuvo resultados satisfactorios?
► Rodrigo Larraín
“La iglesia chilena calibró mal el ambiente respecto a la llegada del papa Francisco y ocurrió lo mismo cuando el Ejecutivo presentó la invitación formal. Según Latinobarómetro, en la actualidad la gente de Chile que se adhiere la religión católica es aproximadamente un 45% y lo más trágico es que decayó la legitimidad de la iglesia y muchos le tiene gran desconfianza. Cuando el Papa llegó a Chile, lo esperó bastante gente pero mucho menos de la esperada. El católico más comprometido fue a recibirlo, pero nos queda claro que ese sector ha disminuido en la sociedad”.
“Desde la llegada del Papa, poco a poco pudimos observar cómo la asistencia se fue deshilachando en los actos masivos como en Temuco, el templo Votivo de Maipú e Iquique, este último con una afluencia mínima. Esto ocurrió porque el pueblo no católico, antes parte de esta religión en muchos casos, creó un ambiente de cuestionamientos respecto a las razones de por qué se traía a un jefe de una religión o el motivo del exceso de dinero que iba a poner el Estado en la organización y, por otro lado, en el interior del mundo católico, los fieles esperaban claridad en algunos temas, que el papa Francisco sí hizo al condenar la pedofilia en la Casa de la Moneda o cuando se pronunció sobre los migrantes y la cuestión indígena, pero que finalmente se salió del libreto en Iquique, cuando afirmó que no podían acusar al obispo Juan Barros porque no había ninguna prueba. Eso fue absurdo, un exabrupto que a los católicos los dejó muy conmovidos porque es una falta de respeto muy grande contra las víctimas. Esto claramente empeoró la percepción que se tiene de la Iglesia en Chile”.
“A pesar de la gran simpatía que se le tenía a la figura y a la persona del Papa, la gente no estaba muy segura si era necesario su venida. Ahora, tras la visita del Papa y todo lo ocurrido, la figura de Francisco quedó muy dañada. Hay que tener en cuenta que el Papa hizo mal al orientar el discurso que tiene para América Latina hacia Chile, ya que no pareció sintonizar ni hacerse cargo de los problemas más concretos que tienen nuestra sociedad.
“Tenemos que agregar que más allá del paso del papa Francisco en el país y los traspiés que tuvo, la Conferencia Episcopal de Chile agravó la situación cuando se alineó al discurso trágico del Sumo Pontífice y salió en defensa del obispo Barros repitiendo que son calumnias lo denunciado por las víctimas, otro error que termino sumando a la ofensa”.
► Miguel Ángel López
“Considero que hay varios puntos que resaltar respecto a la visita del papa Francisco. Para empezar, él dio una disculpa general acerca de los casos de pedofilia de la Iglesia Católica chilena que afectó bastante a la sociedad, lástima que esto se viera nublado por sus declaraciones el día que se fue del país. Otro punto importante fue el llamado a la unidad, respeto y aceptación que debe tener la sociedad chilena respecto a los inmigrantes. Además, se dirigió a los jóvenes con un lenguaje cargado de simpatía y carisma para que mantengan su fe e hizo en Temuco un pedido de aceptación de los pueblos indígenas y la preservación del medio ambiente, el mismo mensaje que dio en Puerto Maldonado cuando viajó al Perú. Por todos estos temas, muchos de la Iglesia chilena consideran que la visita fue un éxito”.
“Por otro lado, los traspiés que se dieron en la visita del papa Francisco fueron notorias. Una de las críticas que más se repitieron fue que en el Perú lo recibió mucha más gente, y eso fue principalmente porque la expectativa de afluencia en cada uno de los actos del Sumo Pontífice en Chile fue exagerada. Además, se tiene que resaltar que conforme fue avanzando la visita del Papa, poco a poco se fue complicando hasta llegar a ese punto de quiebre en el que el Sumo Pontífice calificó de calumnias las acusaciones contra Barros”.
“Existe otro factor que se destacó durante la visita y se trata de la prensa, que se dedicó a hablar constantemente de los casos de pedofilia, del tema de los mapuche y la quema de las iglesias. La prensa chilena se dedicó fundamentalmente a resaltar mucho estos temas y pasó numerosas veces por alto la misión de paz que traía el papa Francisco. Los medios se involucraron constantemente hacia los temas de agresión sexual y muy poco hacia el mensaje en sí”.
“Para los católicos, la visita del papa Francisco en Chile fue un momento de alegría, pero desde el otro punto de vista fue tal como lo relató la prensa: una visita compleja. ¿La visita del Sumo Pontífice ayudó a conseguir más adeptos para la iglesia católica? Es claramente una posibilidad muy difícil de creer”.