El presidente Volodymyr Zelensky atribuyó la caída de la ciudad de Avdíivka, en el este de Ucrania, a la falta de armas de largo alcance. Foto de noviembre.
El presidente Volodymyr Zelensky atribuyó la caída de la ciudad de Avdíivka, en el este de Ucrania, a la falta de armas de largo alcance. Foto de noviembre.
Redacción EC

Han pasado dos años desde que , en violación del derecho internacional, socavando su derecho a la integridad territorial y provocando un ‘shock’ económico global, que resultó en altos niveles de inflación en el mundo entero. Tampoco deberíamos olvidar la anexión ilegal de Crimea en el 2014, que cumplió el 19 de febrero su décimo aniversario.

Diversos informes revelan la magnitud de este ataque: el horrible sufrimiento causado por la guerra y las violaciones de derechos humanos perpetrados por Rusia, así como la brutal realidad de sus consecuencias humanitarias, culturales y económicas. Ante esta situación y para marcar dos años desde la invasión de Rusia, los países firmantes nos unimos para reiterar una vez más nuestro rechazo a la agresión rusa y .

A todos nos concierne lo siguiente: la violación de la Carta de las Naciones Unidas por parte de Rusia ataca el corazón de las normas de las que dependen nuestra convivencia, seguridad y prosperidad internacionales. El costo humano de la guerra de Putin ha sido atroz: además de las enormes pérdidas militares, decenas de miles personas civiles han muerto, más de 10 millones han sido desplazados u obligados a huir de su país, y casi 17 millones necesitan asistencia humanitaria. Además, el impacto económico global ha llegado hasta América Latina. El impacto inicial de la guerra provocó un aumento global de los precios de los combustibles, de los fertilizantes y los alimentos, que el Perú ha sentido profundamente.

Ucrania ha demostrado su determinación de defenderse ante el ataque. Rusia no está ganando. Lleva dos años en una guerra que pensó que llevaría días. Pesan sobre su conciencia cientos de miles de sus conciudadanos rusos muertos o heridos. Con apoyo internacional, Ucrania ha recuperado la mitad de las , ha retirado en gran medida la Flota del Mar Negro de Crimea y ha reanudado las exportaciones marítimas de cereales. Apoyar a Ucrania es una inversión en la seguridad de Ucrania, pero también en la libertad, la democracia y la seguridad de un mundo con rostro humano y pacífico, por lo que debe seguir considerándose una tarea conjunta de la comunidad internacional.

Rusia no ha mostrado ningún remordimiento por sus acciones, por las miles de vidas civiles –de niños y mujeres– perdidas ni por los efectos subsiguientes que estas han tenido en la economía global y en las personas. No es una sorpresa que la Corte Penal Internacional haya emitido una orden de detención contra Putin. Rusia no puede ser recompensada territorialmente por violar el derecho internacional e invadir ilegalmente un país vecino soberano. Ese precedente sería increíblemente peligroso.

Como comunidad internacional, apoyamos la fórmula de paz de Ucrania. Actualmente, es el único marco integral para una paz justa, sostenible e incondicional en Ucrania. Se deriva de los principios de soberanía e integridad territorial de la Carta de las Naciones Unidas, pero también incluye dimensiones globales de seguridad alimentaria, seguridad energética, seguridad nuclear, medio ambiente y deportación de niños ucranianos. Nuestro trabajo es impulsar la paz. Podemos hacerlo manteniendo la presión sobre Rusia mediante sanciones y manteniendo firme el apoyo a Ucrania en materia humanitaria y política, financiera y militar. En este contexto, apreciamos la importante posición del Perú en defensa del derecho internacional y su apoyo en los foros multilaterales.

La guerra podría terminar mañana sin condiciones o imposiciones, y cesara sus ataques. La valentía y la resiliencia que ha demostrado el pueblo ucraniano frente a la agresión rusa han sido asombrosas. Como país libre y democrático, Ucrania tiene el derecho a decidir sobre su propio futuro. A todos nos interesa que salga victorioso y que los habitantes puedan vivir en paz y comenzar a reconstruir lo que ha sido destruido. Hasta que se llegue a este punto, estaremos al lado de Ucrania.

Sra. Sabine Bloch

Embajadora de Alemania en el Perú

Sra. Maree Ringland

Embajadora de Australia en el Perú

Sra. Renate Kobler

Embajadora de Austria en el Perú

Sr. Mark Van de Vreken

Embajador de Bélgica en el Perú

Sr. Louis Marcotte

Embajador de Canadá en el Perú

Sr. Henrik Bramsen Hahn

Embajador de Dinamarca ante Chile, el Perú y Ecuador

Sr. Alejandro Alvargonzález

San Martín

Embajador de España en el Perú

Sr. Antti Rytövuori

Embajador de Finlandia en el Perú

Sr. Marc Giacomini

Embajador de Francia en el Perú

Sra. Eleni Lianidou

Embajadora de Grecia en el Perú

Sr. Massimiliano Mazzanti

Embajador de Italia en el Perú

Sr. Tsuyoshi Yamamoto

Embajador de Japón en el Perú

Sr. Michael O’Shaughnessy

Encargado de negocios a.i. de la Embajada de Nueva Zelanda en Santiago, Chile, acreditada al Perú

Sr. Alexander Kofman

Embajador de los Países Bajos en el Perú

Sra. Antonina Magdalena

Śniadecka-Kotarska

Embajadora de la República de Polonia en el Perú

Sr. Joaquim Moreira de Lemos

Embajador de Portugal en el Perú

Sr. Gavin Cook

Embajador del Reino Unido en el Perú

Sr. Josef Hlobil

Embajador de República Checa en el Perú

Sra. Camelia Ion-Radu

Embajadora de Rumania en el Perú

Sr. Tomas Wirkund

Embajador de Suecia ante Chile y el Perú

Sr. Gaspar Frontini

Embajador, jefe de la delegación de la Unión Europea en el Perú

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