Washington (Agencias)
El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció esta noche que su Gobierno ampliará la campaña que mantiene desde hace poco más de un mes contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Iraq y Siria con más ataques aéreos, y el envío de 475 militares más para entrenar, asesorar y equipar a las fuerzas iraquíes y kurdas.
En un discurso a la nación desde la Casa Blanca, Obama subrayó que en ningún caso esta operación requerirá tropas de combate en suelo iraquí: "No nos dejaremos arrastrar a otra guerra terrestre en Iraq, pero nuestros militares son necesarios para apoyar a las fuerzas iraquíes y kurdas", dijo.
Estados Unidos extenderá su campaña, hasta ahora concentrada en el norte de Iraq, hacia cualquier posición yihadista que requiera ser derribado. De esta forma, se busca que las fuerzas iraquíes y kurdas puedan recuperar territorio frente al avance del EI.
"Conduciremos una campaña de ataques sistemáticos contra estos terroristas. Trabajando con el Gobierno de Iraq, ampliaremos nuestros esfuerzos más allá de proteger a nuestro personal allí y de las misiones humanitarias, de manera que atacaremos a los objetivos de EI al tiempo que las fuerzas iraquíes lanzan sus ofensivas", explicó Obama en un discurso de apenas 15 minutos.
En el marco de estos esfuerzos, Obama ha delegado en su secretario de Estado, John Kerry, la autoridad para hacer uso de una dotación de 25 millones de dólares en artículos y servicios de defensa para ayudar de manera inmediata al Gobierno de Iraq y a las fuerzas kurdas frente al avance del EI, informó poco antes del discurso el Departamento de Estado.
Estados Unidos ha esperado para ampliar su campaña en Iraq a la formación del nuevo gobierno, liderado por el primer ministro Haider Al Abadi.
Obama ha querido subrayar hoy en su esperado discurso a la nación que estas campañas contra los yihadistas no embarcarán a las tropas estadounidenses en otra nueva guerra en Medio Oriente. "Quiero que el pueblo estadounidense entienda que este esfuerzo será diferente de las guerras en Iraq y Afganistán. No desplegaré tropas estadounidenses en suelo extranjero", dijo.
Estados Unidos ha efectuado desde el comienzo de su campaña en el norte de Iraq, el 8 de agosto, 154 ataques aéreos con bombarderos, cazas y aviones no tripulados con el objetivo de facilitar el avance de tropas del Ejército iraquí, de los 'peshmerga' kurdos y milicias tribales frente al EI.
"Esos ataques han protegido al personal estadounidense y sus instalaciones, han acabado con combatientes del EI, destruido armas, y dado espacio a las fuerzas iraquíes y kurdas para recuperar territorio clave. Estos ataques han ayudado a salvar la vida de miles de hombres, mujeres y niños inocentes", destacó Obama en su alocución.
Las Fuerzas Armadas estadounidense han destruido en poco más de un mes 212 objetivos, entre ellos un puesto de mando y 88 vehículos armados de los yihadistas; su dominio aéreo ha permitido que los cazas estadounidenses hayan efectuado sus ataques y lanzado más de 300 toneladas de ayuda sin sufrir bajas o accidentes.
Apoyo a la oposición Siria
Obama también pidió al Congreso que le conceda "autorización y recursos adicionales para entrenar y equipar" a la oposición siria, alegando que ellos eran el "mejor contrapeso" a los combatientes del EI que ya controlan enormes territorios en Iraq y Siria.
"En la lucha contra el EI, no podemos confiar en el régimen de (Bashar al) Asad, que aterroriza a su propia población, un régimen que nunca recuperará la legitimidad" que perdió, dijo Obama.
Según el presidente, la nueva estrategia será más parecida a la utilizada por Estados Unidos en Yemen y en Somalia, apoyada en ataques aéreos puntuales y el uso generalizado de aviones no tripulados (drones).
Funcionarios estadounidenses rehusaron estimar cuando comenzarían los ataques en Siria o cuáles serían los objetivos prioritarios de la estrategia anunciada esta noche.