El director ejecutivo de en Estados Unidos, Michael Horn, admitió que la automotriz alemana fue deshonesta en las pruebas de emisiones contaminantes.

"Nuestra compañía fue deshonesta con la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) y el comité de Recursos del Aire de California, con todos ustedes (...) la embarramos totalmente", dijo Horn en un evento en Nueva York a última hora del lunes.

Horn prometió "enmendar las cosas con el gobierno, con el público, con nuestros clientes, nuestros empleados y también, muy importante, con nuestros distribuidores", señaló Horn en un evento de lanzamiento del modelo Passat 2015.

Volkswagen, líder mundial en ventas, reveló que 11 millones de vehículos diésel están equipados con dispositivos que pueden trampear las pruebas de emisiones contaminantes.

La empresa anunció la suspensión de la comercialización en Estados Unidos de sus diésel de cuatro cilindros de las marcas VW y Audi, que representaban el 23% de sus ventas en ese mercado.


Martin Winterkorn, CEO de Volkswagen. (Foto: AP)

El escándalo se hizo público el viernes cuando los reguladores estadounidenses ordenaron a la compañía corregir el defecto y anunciaron una investigación.

El Departamento de Justicia estadounidense lanzó una pesquisa penal, en tanto otros países instaron a iniciar una investigación, y Corea del Sur emitió citaciones a directivos de VW.

La automotriz alemana suspendió las ventas de todos sus vehículos diésel en Estados Unidos, lo que podría costarle unos 18.000 millones de dólares.

Volkswagen está "totalmente comprometida" a convertir este escándalo en una oportunidad para mejorar y aprender, pues el futuro de la firma depende de ello, dijo, y agregó que VW pagará lo que deba pagar.

"Pueden estar seguros de que no solo corregiremos este asunto (... sino) que pagaremos lo que debamos pagar y seguiremos trabajando muy duro para que nuestra historia con los clientes estadounidenses, nuestros distribuidores, nuestros empleados, sea exitosa", aseveró.

Fuente: AFP