Miami [AFP]. Joe Biden dio este martes un paso de gigante para ser quien desafíe la reelección de Donald Trump tras tres victorias este martes frente a su rival Bernie Sanders en una carrera hacia la Casa Blanca marcada por la pandemia del coronavirus.
En un discurso dedicado en gran medida a la crisis del COVID-19, el exvicepresidente estadounidense dijo que quería “unir al partido” después de “una muy buena noche”. El martes ganó en Arizona, Florida e Illinois, los tres estados que celebraban votaciones.
Biden también tuvo palabras para los jóvenes inspirados por el mensaje de Sanders: “Los escucho, sé lo que está en juego, ¡sé lo que tenemos que hacer!”.
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“Sanders y yo no coincidimos en la táctica, pero compartimos la misma visión: proveer salud pública accesible para todos los estadounidenses, reducir la desigualdad de ingresos que ha aumentado tan drásticamente, y enfrentar la amenaza existencial de nuestro tiempo, el cambio climático”, aseguró.
“No, en absoluto”, respondió de inmediato Briahna Joy Gray, portavoz de Sanders, quien evitó comentar nada sobre los resultados de la noche.
“La presión va a ser enorme para que (Sanders) abandone la carrera, porque se acabó”, dijo el exasesor de Barack Obama y analista demócrata David Axelrod en CNN.
Tanto en Florida como en Illinois, Biden venció con cerca del 60% de los votos, con un escrutinio de casi el 100%. Las proyecciones de medios locales también le dan como vencedor en Arizona, tras el recuento de casi la mitad de los colegios electorales.
A pesar de un comienzo difícil, Biden impulsó su candidatura a partir de finales de febrero y su ventaja parece inalcanzable para ser el candidato demócrata en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Como era de esperar, Trump se convirtió el martes en el candidato del partido republicano.
Miedo al coronavirus
Mítines cancelados, discursos a través de internet y votaciones pospuestas: el coronavirus altera seriamente la campaña.
Estaba previsto que el martes votara un cuarto estado, Ohio, pero ante la rápida propagación de la pandemia (más de 6.300 casos registrados en Estados Unidos y 108 muertes), el gobernador anunció la postergación.
En los tres estados que el martes desafiaron al virus se pidió a los votantes y voluntarios que respetaran las distancias seguras y las medidas de precaución. Pero algunos se han mantenido reacios.
“Creo que la gente no quiere asumir este riesgo por una primaria”, dijo a la AFP Aaron Simcox, de 52 años. Como él, casi dos millones de electores de Florida votaron anticipadamente o por correspondencia.
Otros cuatro estados (Louisiana, Georgia, Kentucky y Maryland) ya han pospuesto sus votaciones para mayo y junio, y el Partido Demócrata pidió el martes a otros estados que fortalezcan los medios para participar por adelantado y por correspondencia.
“Nuestra democracia se basa en el derecho al voto y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger y fortalecer ese derecho en lugar de poner fin a nuestro funcionamiento democrático”, escribió su presidente, Tom Pérez.
“Resultados” vs “revolución”
Biden resurgió de forma espectacular al reunir el apoyo del ala moderada, incluidos varios excandidatos presidenciales y funcionarios electos influyentes que lo ven como el mejor candidato para “vencer a Donald Trump”, el objetivo número uno de los votantes demócratas.
Famoso por sus meteduras de pata, el candidato de 77 años tranquilizó a sus seguidores el domingo por la noche al firmar una buena actuación durante su primer duelo televisado contra Sanders, de 78 años.
Después de varias derrotas consecutivas, Sanders admitió que no ha logrado convencer al electorado sobre su capacidad para evitar la reelección de Trump.
Biden, con un mensaje más moderado, insiste en que los estadounidenses “quieren resultados, no una revolución”, en referencia a la “revolución política” defendida por su adversario, un autoproclamado socialista.
Pero en una llamada al sector más progresista del partido, el exvicepresidente anunció este fin de semana que adoptará dos propuestas, una de Sanders sobre el alivio de la deuda de los estudiantes y otra de una exrival, la senadora Elizabeth Warren, sobre la protección a los estadounidenses de los acreedores que “abusan” del sistema.
Eso no va lo suficientemente lejos, respondió Sanders. Pero el senador, que puede presumir de haber instigado un movimiento hacia la izquierda en el partido, insistió en que apoyará al candidato nominado para desafiar a Trump.