(Foto:AFP)
Zona Desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur
Redacción EC

Si después de 55 años la guerra volviera a estallar entre las dos Coreas, es aquí donde se librarían los primeros combates. Los kilómetros de alambres de púa y los campos minados que completan el paisaje, arbolado y ondulado, esperan inmutables desde hace décadas que vuelva a sonar el bramido de los fusiles.

Es que la Guerra Fría aún no ha terminado en la frontera más militarizada del planeta, y todavía sobrevuela el temor a que una mínima chispa desate una catástrofe.

En los últimos meses, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y las cada vez más numerosas pruebas militares que realiza Corea del Norte, las tensiones entre la comunidad internacional y el país de Kim Jong-un son cada vez mayores.

En apenas una hora de auto se puede llegar desde Seúl hasta la DMZ, una franja de tierra de 4 kilómetros de ancho que corre a lo largo de los 250 kilómetros de la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte.

La frontera fue establecida en 1953, cuando se firmó el cese de hostilidades entre los bandos que se enfrentaron en la Guerra de Corea, un conflicto que sigue vigente, ya que Seúl y Pyongyang aún no han firmado un tratado de paz.

Más allá del área de seguridad conjunta y de los dos pueblos, el resto de la DMZ es una auténtica tierra de nadie, considerada una de las reservas ecológicas mejor conservadas del planeta, ya que nadie ha pisado ese suelo en más de 50 años.

Muchos sueñan que, cuando se hayan retirado las minas, esa lengua de tierra se convierta en un parque nacional que simbolice la unificación nacional. Mientras tanto, alrededor de dos millones de soldados siguen con la guardia alta.

Fuenet: GDA/La Nación

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS DEL MUNDO...

Contenido sugerido

Contenido GEC