Santiago (El Comercio / AP). Al mando de la Cancillería del nuevo gobierno de Michelle Bachelet está Heraldo Muñoz, ex representante de Chile ante la ONU y alto funcionario del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Muñoz, de 65 años, estudió ciencias políticas y tiene especialidad en relaciones internacionales. Está casado desde 1972 con la norteamericana Pamela Quick, a quien conoció cuando estudiaba en Estados Unidos.
Tiene un diplomado en relaciones internacionales en la Universidad Católica de Chile, además de doctorados en ciencia política y estudios internacionales en la Universidad de Denver. También estudió en Harvard y en la Universidad Estatal de Nueva York.
Ahora con el cargo de canciller, Muñoz deberá abordar los conflictos pendientes con Perú, cuya relación —marcada por el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya_, se limitó casi exclusivamente al ámbito comercial en el marco de la Alianza del Pacífico.
Este es un acuerdo al que Piñera puso mayor énfasis y que le permitió tener una cercanía con el que sería su mayor aliado político en la región, el presidente colombiano Juan Manuel Santos.
El gobierno entrante también deberá hacer frente a la crisis con Bolivia, país con el que Chile rompió relaciones diplomáticas en 1978, y que demandó ante La Haya una salida soberana al mar.
En esa línea, los analistas ven como un gesto de acercamiento la presencia del presidente Evo Morales en la asunción de Bachelet, algo que se verá reforzado con la visita del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, a fines de marzo.
Además, Muñoz deberá impulsar los vínculos con Argentina, congelados en los últimos años tras el asilo político otorgado a un ex activista de izquierda procesado en Chile y el conflicto entre la aerolínea chilena LAN y las autoridades aeroportuarias de ese país.
"¿Alguien imagina si Aerolíneas Argentinas en lugar de ser línea de bandera recuperada (.) hubiera sido una empresa de mi propiedad y cuando me eligen presidenta la hubiera vendido?", dijo la presidenta argentina Cristina Fernández en referencia implícita a la que hasta 2010 fue propiedad de Piñera.
En contraste, Fernández llama "querida amiga" a Bachelet.
En el caso de Brasil, un aliado históricamente estratégico para Chile, las relaciones con Piñera fueron distantes al punto que, si bien la presidenta Dilma Rousseff anunció en diversas ocasiones una visita a Chile, solo la concretó en el marco de su participación en la Cumbre del Celac, en enero de 2013.
Rousseff, amiga personal de Bachelet, ya anticipó una profundización de las relaciones con Chile y aseguró que ambas tienen "una comprensión clara del papel de la integración en Suramérica".