Washington. El ex militar que había logrado introducirse en la Casa Blanca en setiembre de 2014 fue condenado a 17 meses de cárcel, de los cuales aún debe purgar ocho, y tres años de libertad vigilada.
"Buena suerte", le dijo la jueza federal Rosemary Collyer, que fijó una pena que le permite ser transferido a California (oeste), donde reside su padre. La magistrada recomendó que cumpliera allí el resto de la pena y que sea objeto de un seguimiento médico por sus problemas mentales y sea liberado bajo vigilancia en diciembre de 2015.
Con un traje anaranjado, Omar González, un hombre menudo, de 43 años, pidió "perdón por sus acciones" y precisó que entonces no quiso "hacerle mal a nadie".
Al atardecer del 19 de setiembre de 2014, este ex combatiente en Iraq saltó por encima de la verja norte de la Casa Blanca, armado con una navaja, y recorrió 60 metros del jardín antes de ingresar por la puerta principal a la planta baja de la residencia del presidente. Atravesó varias salas pero finalmente fue controlado y detenido.
Barack Obama y su familia acababan de dejar la Casa Blanca, pero eso no evitó que estallara una polémica por las fallas en los sistemas de protección del presindente estadounidense, lo que determinó una investigación y la renuncia de la directora del Servicio Secreto.
El abogado de González, David Bos, insistió en que su defendido era alguien que "había servido a su país" y que merecía una consideración especial, e hizo referencia a los problemas psicológicos -jamás atendidos- que padecía desde su despliegue en Iraq.
Fuente: AFP