Autoridades iraníes criticaron hoy con dureza la decisión de Arabia Saudí de romper relaciones diplomáticas con Irán, una medida "apresurada" que es el resultado, a juicio de Teherán, de la "frustración" y una muestra de "debilidad".
El vicepresidente primero de Irán, Eshaq Jahangiri, alentó hoy a Riad a no tomar más acciones contra su país y vaticinó que la ruptura de las relaciones hará más daño a Arabia Saudí que a Irán.
Muy dura fue también la reacción del fiscal general, Ebrahim Raisí, quien se refirió a Arabia Saudí como un "tumor cancerígeno" que alimenta a los radicales suníes en Oriente Medio.
El gobierno de Arabia Saudí rompió el domingo relaciones diplomáticas con Irán tras el asalto la noche anterior de la embajada saudí en Teherán y de su consulado de la ciudad de Mashhad, ataques que se produjeron en respuesta a la ejecución del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr.
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Por su parte, el viceministro de Exteriores iraní, Huseín Amir Abdolahian, opinó hoy que con la sanción diplomática las autoridades saudíes tratan de disimular el error de haber ejecutado al clérigo chiita y a otros 46 condenados.
Según este responsable, Arabia Saudí ya ha creado anteriormente inseguridad en la región al tomar decisiones estratégicas equivocadas que han conducido, en su opinión, a la expansión del terrorismo y el extremismo.
Para el director general político y de seguridad internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Hamid Baidi Neyad, el problema de los saudíes con Irán es su fracaso a la hora de impedir el acuerdo nuclear logrado entre Teherán y las grandes potencias mundiales, así como el poder creciente de Irán en la región.
Baidi Neyad dijo hoy que los líderes de Arabia Saudí intentaron con toda su fuerza "perturbar la inminente aplicación del acuerdo nuclear", con el objetivo de desestabilizar el poder en Irán, pero su "fracaso" en este sentido "les ha duplicado la frustración", según informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
A juicio de este alto funcionario, lo que ha puesto a los líderes saudíes en una difícil situación es el conjunto de sus recientes fracasos, como "el amplio ataque militar que llevaron a cabo en Yemen".
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A ello se une, según Baidi Neyad, el "fracaso de las políticas belicistas en Siria, que se ha sincronizado con los recientes fracasos de los grupos extremistas, el fracaso de la política de violencia sectaria en Iraq, que finalmente les obligó a retirarse y establecer lazos políticos con ese país, y la condena por la ejecución de Al Nimr por parte de todos los países del mundo, incluido algunos aliados de Arabia Saudí".
"Esta repentina ruptura de lazos con Irán es otra de las medidas apresuradas que últimamente ha sido tomada por los líderes de ese país", que no les ayudará en nada para "recuperar su debilidad estratégica", añadió.
"El problema de los saudíes no es por sus lazos bilaterales con Irán, hoy ya incluso los países aliados de Arabia y los pensadores políticos del mundo, todos afirman que el problema de los lideres saudíes es el poder creciente de Irán en la zona que, con una política prudente, ha reforzado la estabilidad y la seguridad en toda la región, desde Iraq y Siria hasta en Líbano y Yemen", aseguró Baidi Neyad.
Al Nimr fue ejecutado el sábado después de que en octubre pasado el Tribunal Supremo de Arabia Saudí confirmara su condena por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria.
El asalto a las legaciones diplomáticas saudíes en Irán se produjo horas después de que las autoridades de Riad ejecutaran a Al Nimr y a otros 46 reos condenados a muerte, lo que provocó las críticas de buena parte de la comunidad chií.
Desde el sábado casi todas las autoridades de Irán han condenado enérgicamente la ejecución del clérigo chiita.
Hoy un diputado parlamentario, Mohamad Ali Asfananí, aseguró que se cancelarán los viajes de la peregrinación a La Meca, la ciudad más santa para el mundo islámico.
En apoyo a la medida de Arabia Saudí, Baréin también hoy corto lazos diplomáticos con Irán y dio 48 horas a los diplomáticos iraníes para dejar su país, mientras que el gobierno de Emiratos Árabes Unidos llamó a su embajador en Teherán y redujo el nivel de su representación diplomática a un encargado de negocios.
Fuente: EFE
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