Bagdad/Washington (Agencias)
Estados Unidos llevó hoy a cabo cuatro nuevos ataques aéreos contra el grupo extremista sunita Estado Islámico (EI) en Iraq, informó el comando central estadounidense.
Las operaciones se realizaron para proteger a miles de yazidíes, miembros de una comunidad religiosa que huyó a las montañas de Sinyar ante los ataques de los yihadistas. Todo señala que los bombardeos fueron exitosos, indicó el comando central.
Previamente, el presidente Barack Obama había subrayado de nuevo que la misión militar de Estados Unidos en Iraq es limitada y que no se enviarán de nuevo tropas terrestres a ese país.
Antes de salir de vacaciones, el mandatario dio una conferencia de prensa donde se negó a fijar un plazo para esta nueva intervención militar. "No creo que vayamos a solucionar este problema en semanas. Podría tomar meses", dijo Obama desde Washington. "Creo que esto va a tardar cierto tiempo", agregó.
Obama advirtió a los estadounidenses que la nueva campaña para brindar seguridad en Iraq requiere cambios militares y políticos y "será un proyecto a largo plazo".
El presidente dijo que las fuerzas de seguridad iraquíes deben reestructurarse a fin de que puedan lanzar una ofensiva, para lo cual es necesario un gobierno central en Bagdad al que los militares y los ciudadanos le tengan confianza. Obama agregó que Iraq necesita un primer ministro, un indicio de que para él ha dejado de tener legitimidad en ese cargo el premier actual, Nuri al-Maliki.
Ayuda humanitaria
El presidente afirmó que continúan los esfuerzos humanitarios para lanzar desde el aire alimentos y agua a grupos de minorías religiosas perseguidas y aisladas en una montaña, y agregó que se efectúan preparativos para ayudarlos a descender de allí.
Obama dijo que conversó el sábado en la mañana con el presidente francés Francois Hollande y el primer ministro británico David Cameron sobre acciones conjuntas de asistencia humanitaria, y que ambos expresaron un firme respaldo a las medidas que él ha adoptado.
La oficina de Cameron dijo que la Real Fuerza Aérea británica comenzará a lanzar suministros para las 150.000 personas que se calcula están atrapadas en las montañas de Sinyar.