Dublín. Varios grupos de víctimas de los abusos cometidos por el clero en Irlanda organizaron protestas en Dublín, en la primera jornada del viaje de dos días que efectúa el papa Francisco a este país para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.
Uno de esos actos transcurrió frente al Castillo de Dublín, donde el pontífice abordó, entre otros, el asunto de los abusos ante una audiencia de autoridades y miembros del cuerpo diplomático, después de la intervención del primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar.
La protesta fue organizada por la irlandesa Margaret McGuckin, superviviente de los abusos cometidos por religiosas en el internado Casa de Nazaret e impulsora de uno de los órganos estatales de investigación de casos históricos de abusos.
"El papa tiene ahora que dar la cara y hacer algo por las víctimas. Necesitamos que se concedan compensaciones, necesitamos que la Iglesia se responsabilice", declaró McGuckin a los medios.
Ese proceso debe contemplar también acciones para "llevar ante los tribunales" a los "obispos, sacerdotes, monjas y cualquier otra persona" implicada en "el abuso de menores o en el ocultamiento de los abusos", subrayó la activista.
En su opinión, las autoridades deben actuar con "tolerancia cero" e impedir que la Iglesia "se investigue a sí misma".
Otro grupo de manifestantes desplegó banderas y pancartas reivindicativas en la céntrica Dame Street, en la ruta por la que el papamóvil recorrió las calles de Dublín ante más de 100.000 personas, según las previsiones de la Policía irlandesa (Garda).
Entre ese colectivo estaba el activista británico Peter Saunders, víctima de abusos y fundador de la Asociación Nacional de Personas que sufrieron abusos en la Infancia (NAPAC, en sus siglas en inglés).
Saunders también formó parte de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, establecida por Francisco en 2014, pero la abandonó ante la supuesta falta de cooperación de algunos estamentos de la curia romana.
"He venido a Irlanda para ofrecer aquí mi apoyo a los supervivientes. Si (la Iglesia Católica) fuese como cualquier otra organización, su dirigente debería hacerse responsable para atajar un problema de su compañía", declaró Saunders, quien recalcó que los responsables deben responder ante la Justicia.
"Las palabras son muy bonitas, pero queremos ver acciones", concluyó.
Fuente: EFE