"Mantuve el silencio pero ya no lo haré. Ya no guardaré sus secretos". Con estas palabras, en una extraordinaria aparición en su propio canal de televisión, el ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, amenazó con revelar lo que dijo era una "avalancha" de información.
En su declaración Warner dijo que tiene pruebas de un vínculo entre el organismo rector del fútbol mundial y las elecciones nacionales de su nativo país, Trinidad y Tobago.
Además mencionó directamente a Sepp Blatter, el presidente de la FIFA que anunció esta semana su renuncia al organismo que dirigió por 17 años.
El ex funcionario, quien es uno de 14 sujetos inculpados en un extenso caso de corrupción vinculado a la FIFA del Departamento de Justicia de Estados Unidos, es buscado desde este miércoles por Interpol, que emitió una orden de captura en su contra con el mayor grado de alerta, el aviso rojo.
Los rostros de la seis personas a la que Interpol emitió una orden de búsqueda y captura. (Foto: Interpol)
En la orden también figuran el paraguayo Nicolás Leoz, ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, y cuatro empresarios argentinos: Alejandro Burzaco, presidente de la empresa Torneos y Competencias (TyC), los hermanos Hugo y Mariano Jinkis, directores de la empresa Full Play, y Jose Margulies, quien vive desde hace cincuenta años en Brasil.
Pero es en Warner donde se centra la atención dado su polémico pasado y su directa relación con Chuck Blazer, quien se declaró culpable de corrupción y se ha convertido en la fuente de información en la investigación del servicio de inteligencia estadounidense, FBI.
Mandela y Ghandi
"Yo, Jack Warner, no tengo nada que ver con estas acusaciones".
Esta fue su primera reacción tras pasar 24 horas en la cárcel en el caso de corrupción que está centrado alrededor de su figura.
Warner fue ministro de Seguridad en Trinidad y Tobago hasta el 2013 y forma parte del Partido Independiente Liberal. (Foto: Getty Images)
Hablando frente a una congregación de unas 200 personas la semana pasada, simpatizantes de su Partido Independiente Liberal, Warner incluso se comparó con ilustres figuras de la historia en el mundo.
"Nelson Mandela estuvo en la cárcel. Gandhi estuvo preso. Castro estuvo preso. ¿Quién es Jack Warner?".
El ex dirigente insistió reiteradamente en su inocencia, pero tal fue el esfuerzo para justificar su posición que terminó quedando expuesto ante el escrutinio público.
En un video que compartió a través de las redes sociales, Warner acusó a Estados Unidos de tener una doble cara en la que considera una campaña en su contra y en contra la FIFA.
Durante su permanencia en la FIFA, Warner fue uno de los hombres más poderosos e influyentes del organismo. En la imagen junto a Pelé, Nelson Mandela y el camerunés Samuel Eto'o. (Foto: Reuters)
Para reafirmar sus palabras, Warner mostró un artículo aparecido en el medio The Onion que informaba sobre la supuesta disputa de un Mundial de fútbol en el 2015 en Estados Unidos.
"Si la FIFA es tan mala, ¿por qué EE.UU. quiere mantener la Copa del Mundo?", se preguntó sin darse cuenta que la revista se trata de una publicación satírica y que la información era falsa.
Años bajo la mira
Nacido en Trinidad en 1943, el ascenso de Austin Jack Warner en el fútbol comenzó en pequeñas asociaciones regionales en su país, hasta convertirse en secretario general de la Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago en 1973.
Llegó al Comité Ejecutivo de la FIFA en 1983, a la vicepresidencia del organismo en 1997 y desde 1990 se desempeñó como presidente de la Confederación de América del Norte, Central y el Caribe (CONCACAF).
Pero después de pasar décadas como uno de los hombres más poderosos del deporte más popular del planeta, su influencia tuvo un abrupto final en el 2011.
Ese año Warner se vio obligado a renunciar tras haber sido suspendido por la FIFA en medio de una investigación en la que fue involucrado con casos de soborno a las asociaciones de fútbol del Caribe.
Warner aseguró en ese momento que lo habían dejado sólo y amenazó con lanzar un "tsunami" de acusaciones sobre supuestas prácticas de corrupción en la FIFA. Pero nunca cumplió su palabra.
Su renuncia significó la clausura de la investigación que la FIFA, dado que se había roto su vínculo con el organismo.
El comienzo del final
Ese fue el final de un lustro de acusaciones, que paradójicamente surgieron a partir del mayor logro futbolístico de Trinidad y Tobago, la clasificación a la Copa del Mundo de Alemania en el 2006.
Ese año, el programa de investigación de la BBC, Panorama, reveló que Warner había vendido entradas del Mundial en el mercado negro.
Las primeras acusaciones de corrupción que recibió Warner coincidieron con la clasificación de Trinidad y Tobago al Mundial de Alemania en el 2006. (Foto: Getty Images)
Si bien no fue acusado de manera oficial de prácticas irregulares, la FIFA ordenó que el negocio de su familia, la agencia de viajes Simpaul Travel, debía donar US$1 millón en caridad para "compensar por los beneficios que había obtenido a través de la reventa de las entradas de la Copa del Mundo".
Luego llegó el proceso de elección para las sedes de los Mundiales del 2018 y del 2022, el cual destapó su relación con el qatarí Mohamed bin Hamman -ex presidente de la Confederación Asiática de Fútbol- e Inglaterra, candidata a organizar el primero de los dos mundiales.
Si bien no se pudo comprobar entonces de la existencia de sobornos por parte de Warner y Bin Hamman, este último fue expulsado de por vida del fútbol por una investigación paralela por "conflicto de intereses" en su función al frente del organismo asiático.
Inglaterra, por su parte, accedió a jugar un partido amistoso en el 2008 y David Beckham visitó Trinidad en el 2010 con el objetivo de ganar su apoyo para la candidatura mundialista del país.
En su alocución, Warner aseguró que no habrá vuelta atrás de cumplir su amenaza de revelar "todo" lo que sabe. (Foto: Warner TV)
Sin embargo, la relación se rompió cuando el expresidente de la Asociación de Fútbol, Lord Triesman, denunció que Warner le había pedido cerca de US$4 millones para construir un centro educativo y de desarrollo de fútbol en Trinidad.
Las investigaciones a Warner también salpicaron a Blazer, su mano derecha por años en la Concacaf, y motivaron la ruptura entre ambos.
Blazer se declaró culpable en el 2013 y desde entonces ha colaborado con las investigaciones de la justicia de Estados Unidos. (Foto: AFP)
Warner regresó a Trinidad y Tobago para convertirse en ministro de Seguridad, cargo al que renunció en el 2013 cuando un comité de ética de la Concacaf lo acusó de enriquecerse a través del fraude durante su permanencia en el organismo.
Blazer, por su parte, también renunció a su cargo de secretario general del organismo regional en el 2011, y desde entonces ha venido colaborando con la justicia estadounidense en la investigaciones que saltaron a la luz pública la semana pasada.
Warner ha negado durante años todas las acusaciones que pesan en su contra y ha esquivado las investigaciones de los organismos deportivos.
Ahora responde desafiante tras ser requerido formalmente por la justicia de Estados Unidos en la investigación que lleva a cabo por sobornos de más de US$150 millones por un período de 24 años.
"No habrá vuelta atrás", aseguró en la sorpresiva alocución televisiva que título "Jack Warner: nos sacamos los guantes".
Dijo que teme por su vida, pero que ahora se trata de quién pega más duro.
Cargos de EE.UU. contra Jack Warner:
- Conspiración de chantaje Conspiración de fraude electrónico
- Eliminatoria de la Copa del Mundo Fraude electrónico
- Eliminatorias de la Copa del Mundo Conspiración de lavado de dinero
- Eliminatorias de la Copa del Mundo Lavado de dinero
- Eliminatorias de la Copa del Mundo Conspiración de fraude electrónico
- Elección a la presidencia de la FIFA 2011
- Conspiración de lavado de dinero
- Elección a la presidencia de la FIFA 2011