Es común en las calles o plazas ver palomas con muñones o los dedos mutilados.
¿A qué se debe esto?
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Algunas sufren daños por las mallas o pinchos metálicos colocados en edificios justamente para evitar que las aves se posen en ellos.
Pero el principal motivo, según el científico francés Frédéric Jiguet, es otro.
Jiguet es profesor de biología de la conservación en el Museo de Historia Natural de París y el autor principal de un estudio sobre la cuestión recién publicado en la revista Biological Conservation y que establece una correlación sorprendente.
El número de palomas con las patas mutiladas es mayor en los distritos urbanos donde hay más peluquerías.
Para llegar a esa conclusión, Jiguet y sus colegas tuvieron un aporte inesperado.
Carrito de bebé
“Inicialmente el estudio surgió porque soy un observador de los pájaros y veía que las mutilaciones en las patas de las palomas tenían una causa principal y mecánica: sus dedos se enredan con hilos o con pelos humanos”, señaló Jiguet a BBC Mundo.
El científico se propuso entonces medir cuántas palomas presentaban mutilaciones en 46 distritos de París.
"Búscabamos un indicador de actividades humanas que influyera en la cantidad de pelos en las calles".
La inspiración llegó de un lugar sorprendente: un carrito de bebé.
"La idea fue de mi colega Karine Princé, coautora del estudio. Cuando tuvo a su primer hijo vivía en un distrito con muchas peluquerías, y percibió que cuando salía con su bebé, las ruedas del carrito se atascaban a menudo con pelos o piolas".
"Así que ella sugirió que nos centráramos en esa variable, el número de peluquerías".
Pelos por todas partes
Jiguet explicó a BBC Mundo por qué los hilos pueden ser tan dañinos para las palomas.
“Las palomas caminan constantemente en busca de comida. A veces se les adhieren a las garras pelos o hilos que hay en el suelo, y cuanto más andan o mueven las patas para intentar librarse de esa molestia, más se enredan”, contó.
“Los pelos o piolas acaban constriñendo los dedos hasta tal punto que cortan la circulación. Se produce necrosis o muerte de los tejidos y el dedo cae”.
Las mutilaciones son más comunes en las palomas simplemente porque estos pájaros caminan más por los pavimentos que otras aves.
Y sobre el pavimento hay pelos en abundancia.
"Las peluquerías ponen los pelos en bolsas de basura que acaban tiradas en la calle, donde se rompen", señaló Jiguet.
"Además, si alguna vez cortaste el pelo a alguien en tu casa sabrás que es muy difícil luego recoger todos los pelos. En las peluquerías los pelos también vuelan a la calle cuando se abre la puerta".
Y seguramente cuando salimos de uno de esos locales después de un corte seguimos esparciendo pelos al caminar.
Uno de los sitios más peligrosos para las palomas según Jiguet son los mercados abiertos de alimentos, porque al finalizar la actividad comercial las palomas llegan en busca de restos de comida en el suelo, donde también hay gran cantidad de pelos e hilos.
Si bien el estudio fue realizado en distritos de París, el científico asegura que su estudio tiene conclusiones válidas para muchos otros centros urbanos.
“Las palomas son víctimas”
La mejor respuesta al problema de las mutilaciones de las palomas es promover la creación de más espacios verdes, según Jiguet.
“En los parques las palomas caminan sobre el pasto. Allí también van en busca de restos de comida, pero no se encuentran con tantos pelos como sobre el pavimento”.
¿Pero qué podemos hacer nosotros si vemos a una paloma con los dedos heridos? En BBC Mundo planteamos esa pregunta a la Real Sociedad para la Protección de los Animales ante la Crueldad (RSPCA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.
“La basura tirada sin cuidado por los seres humanos en las ciudades, como trozos de piola, hilo, alambre, redes de pesca o bandas elásticas, acaba enredada en las patas de las palomas. A veces recogen esos alimentos para sus nidos”, señaló una vocera de la organización.
"Si ves a un animal herido, primero obsérvalo a la distancia para verificar cuán graves es el problema. Y si es posible, llévalo a un veterinario o al centro de rescate de animales silvestres más cercano".
El investigador Jiguet espera que su estudio nos ayude también a ver a las palomas de forma más compasiva.
Algunas personas se refieren a estas aves como “animales sucios” o “llenos de enfermedades”, pero el investigador asegura que “no son portadoras de más enfermedades que otros animales, y nunca se ha visto una gran epidemia causada por palomas”.
Jiguet desea que su estudio contribuya a "rehabilitar" a las palomas.
“Espero que cuando la gente piense que las palomas son sucias, reflexione que lo son por nuestra contaminación”, aseguró el científico francés.
"Ellas están más en peligro por nuestras acciones que nosotros por sus enfermedades", añadió.
“Las palomas son víctimas”.