El presidente de Brasil Michel Temer ordenó a las tropas federales restaurar el orden en la capital tras la evacuación de algunos ministros a causa de los enfrentamientos entre policías y manifestantes que piden la renuncia del mandatario.
Decenas de miles de manifestantes marcharon hacia el Congreso para protestar por las reformas económicas que Temer impulsa, además de exigir su renuncia debido a un escándalo de corrupción. Lo que comenzó como pequeños roces entre la policía y los manifestantes que intentaban abrirse paso, se convirtió en un enfrentamiento a gran escala en el que los agentes lanzaron gases lacrimógenos y pimienta para contener a la multitud. En respuesta, los manifestantes generaron incendios y utilizaron sanitarios portátiles para crear barricadas.
Temer intenta mantenerse en el poder luego de que se reveló una grabación de audio en la que presumiblemente se le escucha dando su visto bueno a un soborno para el ex presidente de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, encarcelado actualmente.
Pese a que el Supremo Tribunal Federal de Brasil le investiga por obstrucción de la justicia y corrupción pasiva, el mandatario se ha resistido a los llamados para que presente su renuncia y dijo que disputará las acusaciones.
La decisión de utilizar al ejército para hacer frente a las protestas podría incrementar el descontento hacia el gobierno, y varios altos funcionarios ya se habían distanciado de esos actos.
Incluso si Temer renuncia, la Constitución dice que el Congreso tiene que elegir al próximo presidente, quien estaría en el poder hasta el 2018. Pero muchos brasileños, hastiados de la clase política, quieren elegirlo directamente.
Fuente: AP
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