Moscú. El presidente ruso Vladimir Putin promulgó una ley que otorga al Gobierno el derecho de registrar a blogueros, periodistas y usuarios de redes sociales como “agentes extranjeros”.
► ¿Puede Rusia desconectarse de la internet global con su polémica nueva ley “ciberseguridad”?
► Rusia: Putin anuncia preparación de nuevo programa de rearme a partir de 2020
Los defensores de los derechos humanos ven en esta ley, votada a finales de noviembre por los diputados rusos, como un riesgo adicional de censura y de amenazas sobre la libertad de expresión.
La medida es una ampliación de una ley relacionada a medios noticiosos financiados por empresas extranjeras. Esa ley fue aprobada en el 2017 en respuesta a la decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos de clasificar como agente extranjero a la televisora RT, financiada por Moscú.
Nueve ONG defensoras de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras, dicen que temen que estas enmiendas puedan ir dirigidas no solo contra periodistas, sino también contra cualquier bloguero o internauta que se beneficien de becas, financiación o ingresos de algún medio afectado.
“Esto se convertirá en una poderosa herramienta para amordazar las voces de la oposición”, denunciaron estas ONG en un comunicado publicado el mes pasado.
La nueva ley puede aplicar a cualquier persona que distribuya contenido por medios noticiosos registrados como espías y reciba pagos del extranjero. Las personas registradas como como “agentes extranjeros” estarán sujetas a revisiones adicionales por parte del Gobierno.
Desde 2012, una ley permite a las autoridades rusas designar como “agente extranjero” a asociaciones que reciben financiaciones fuera de Rusia y que tienen una “actividad política”. En 2017, esta posibilidad se extendió a los medios de comunicación que trabajan en Rusia.
So pena de elevadas multas o prohibiciones, la ley obliga a las entidades reconocidas como tales a adoptar medidas administrativas restrictivas y a mencionar este estatus en todas sus publicaciones.
En Rusia, la ONG Memorial, la asociación anticorrupción del opositor Alexéi Navalni y el medio RFE/Radio Svoboda, financiado por el Congreso estadounidense, están reconocidos como “agente extranjero”.
Este término se aplicaba en la época de Stalin a los opositores reales o supuestos, y después fue utilizado en los años 1970 y 1980 para calificarlos de disidentes, acusados de actuar para Occidente.
Fuente: AP / AFP