Sidney. La Policía de Australia ha identificado como Man Haron Monis al hombre armado que tomó hoy una cafetería del centro financiero de Sidney y mantuvo retenidos por más de 16 horas a 17 personas, según confirmó la policía tras el operativo que puso fin al secuestro. El sujeto y otros dos rehenes murieron.
Se trata de un refugiado iraní acusado de agresión sexual y conocido por el envío de cartas expresando odio a las familias de los soldados australianos que han muerto en el extranjero.
Considerado un clérigo musulmán radical, ha participado en varias protestas en el pasado contra la presencia de tropas australianas en Afganistán y, aunque se ha declarado un activista pacífico, fue condenado a 300 horas de servicio comunal.
Posteriormente fue acusado de ser cómplice del asesinato de su ex esposa. A principios de este año, fue acusado de atacar sexualmente a una mujer en 2002. Estaba en libertad bajo fianza por esos cargos.
"Este es un individuo fuera de lo común. Esto no se trata de un hecho de terrorismo o un acto concertado", dijo su ex abogado, Manny Conditsis, en declaraciones a la Australian Broadcasting Corp.
"Su ideología es tan fuerte y tan poderosa que nubla su visión en cuanto a sentido común y objetividad", dijo Conditsis.
El sujeto nació en Irán con el nombre de Manteghi Bourjerdi, se trasladó a Australia en 1996 y adoptó el nombre de Man Haron Monis, según el canal 9News.
Entre los años 2000 y 2002 trabajó en Wentworthville, un suburbio de Sidney, como chamán o curandero y otras actividades que llevaron a la policía a detenerlo el pasado marzo, acusado de haber abusado sexualmente de una clienta de aquella época.
La denuncia la presentó una mujer que, cuando tenía 27 años, acudió a Man Haron Monis a través de un anuncio de periódico, en el que se presentaba como experto en astrología, numerología, meditación y magia y remitía a los interesados a una clínica.
La denunciante solo asistió a dos sesiones y en ambas el curandero abusó sexualmente de ella, aunque lo encubriese con sus supuestas técnicas de curación espiritual y la advirtiese en contra de decir nada a nadie, de acuerdo a la policía.
Man Haron Haris aseguró que el proceso estaba políticamente motivado y se llegó a comparar con Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para no ser extraditado a Suecia, donde se le busca por supuestos abusos sexuales.
La próxima vista de esta causa de abuso sexual está fijada para el 27 de febrero del 2015 en Australia.
Entre el 2007 y el 2009, el jeque Haron y su compañero Amirha Droudis lideraron una campaña de protestas contra la intervención militar de Australia en Afganistán.
La iniciativa consistió en enviar cartas o postales a los familiares de los soldados australianos muertos en suelo afgano, en las que les instaban en términos denigrantes a solicitar al Gobierno australiano que se retire de Afganistán.
En 2009, el supuesto clérigo iraní se declaró en los tribunales de justicia australianos un activista pacífico y en una ocasión se encadenó para protestar contra los cargos presentados contra él por enviar las misivas.
El autodenominado jeque Haron fue condenado a 300 horas de servicio comunal y dos años de libertad condicional en septiembre de 2013.
Dos meses después, la policía volvió a presentar cargos contra él, en esta ocasión como supuesto cómplice en la muerte de su ex esposa, Noleen Pal, con quien tuvo dos hijas.
El cargo de asesinato, por apuñalamiento en un apartamento de Sidney, recayó sobre su conocido compañero, Amirah Droudis.
En esta ocasión, Man Haron Monis volvió a esgrimir la conspiración política y culpó a los servicios secretos australianos de esta maniobra para encarcelarlo.
16 HORAS DE TERROR
Tras más de 16 horas de secuestro, policías y miembros de la brigada de artificieros rodearon el local Lindt Chocolate Cafe, situado en la zona financiera Martin Place de Sidney, donde el secuestrador mantenía cautivos a parte de la clientela y trabajadores.
El primer ministro australiano, Tony Abbott, dijo que se trataba de un acto con "motivaciones políticas" y se reunió al menos dos veces con el Comité de Seguridad Nacional.
Negociadores de la Policía se habían contactado en varias ocasiones y "de varias maneras" con el secuestrador.
El secuestrador obligó en varios momentos a los rehenes a sostener contra una de las ventanas del local una bandera negra con la "Shahada", la profesión de fe islámica, escrita en letras blancas: "No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta". Una bandera similar es usada por los yihadistas de Estado Islámico.
Fuente: Agencias