Siria: ¿Cómo empezó la guerra que lleva más de 400.000 muertos?

Violencia, sangre y luto son palabras que suelen acaparar la situación del conflicto en Siria, del cual se han vuelto símbolo las imágenes de Omran Daqneesh, el niño de cinco años herido por los bombardeos rusos y del régimen sobre Alepo.

A sus cinco años, Omran Daqneesh tiene la misma edad del conflicto en Siria. Su generación no solo vive una cara del país que sus padres no vivieron, sino que está condenada a afrontar los rezagos que la guerra deje a futuro.

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Cinco años atrás, antes de que comenzara la guerra en Siria, Alepo, la segunda ciudad más importante del país, era un vibrante centro comercial. Hoy la urbe está en ruinas, dividida aproximadamente a la mitad entre simpatizantes del gobierno y de la oposición.

► ¿Por qué inició el conflicto?

El actual Presidente de Siria, el socialista Bashar al Asad, heredó el poder de su padre —presidente de facto que se hizo con las riendas del país a través de un golpe de Estado— Hafez al-Asad tras su muerte en junio del 2000. 

Bashar al Asad asumió la presidencia de Siria prometiendo reformas políticas y económicas, pero estas no se materializaron y las pocas que se implementaron fueron revocadas, destruyendo así todas las esperanzas de que bajo su mandato Siria pasaría de una autocracia a un estado democrático moderno.

En enero del 2011 surgieron manifestaciones en Túnez dando inicio a la llamada "Primavera Árabe", una serie de rebeliones que otros países como Libia replicaron ante las condiciones en las que se vivía. Para marzo, el efecto dominó llegó a Siria. El conflicto entre el Gobierno de Al Asad y los opositores vivió su punto más álgido.

El 6 de marzo de 2011, un grupo de adolescentes fue arrestado en la ciudad de Dara, en el sur de Siria, por dibujar un graffiti contrario al régimen de Al Asad en una pared. Esto desencadenó masivas protestas y enfrentamientos de la población contra las fuerzas progubernamentales.

Se abrió fuego contra los civiles y las protestas subieron de tono pidiendo la caída del régimen y se extendieron hasta Damasco y luego por todo el país en cuestión de meses.

Para finales de año, los opositores ya tendrían el calificativo de “rebeldes” y habían formado una guerrilla en el norte del país que acabó por extenderse por todo el territorio donde continúa el conflicto.

► Cifras devastadoras

La guerra en Siria ha causado más de 400.000 muertos y el desplazamiento de millones de personas.

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Según las cifras oficiales del régimen sirio, durante los más de cinco años de guerra, los civiles han sido los que más han sufrido. En la actualidad hay unos 6,36 millones de desplazados internos, mientras que 13,8 millones perdieron sus trabajos y con ello su fuente de ingresos durante el conflicto.

El 85,2% de la población se encuentra en situación de pobreza, según indican las cifras hasta finales del año 2015. En tanto, el 69,3 % entran a la categoría de extrema pobreza, lo que significa que son incapaces de cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

Otra de las consecuencias de la guerra es que la tasa de escolarización ha caído drásticamente hasta el 45,2%.

En lo económico, la guerra ha llevado a una fragmentación institucional que impide mantener un comercio consolidado. Siria registra una caída interanual del PBI del 4,7% y un retroceso del consumo del 33,4%.

Las exportaciones y las importaciones se han desplomado un 29 y un 20 por ciento, respectivamente y se calcula que las pérdidas económicas acumuladas por la economía de Siria hasta finales de 2015 ronda los 254.700 millones de dólares, lo que equivale al 468% del PBI que tenía el país en el año 2010.

► Los principales actores

El régimen de Bashar al Asad y sus aliados, los rebeldes, el frente Al Nusra, el Estado Islámico, Turquía y la coalición internacional liderada por Estados Unidos, forman parte del complejo entramado de fuerzas del conflicto en Siria.

El ejército sirio, que contaba con 300.000 hombres en sus filas al comienzo del conflicto, ha visto caer este número a la mitad, ya sea por muertes o deserciones. Las milicias pro-régimen cuentan con entre 150.000 y 200.000 hombres. A estas se añaden otras milicias provenientes de Líbano, Irán, Iraq o Afganistán.

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Además, Rusia es un aliado de peso del régimen de Damasco, su aviación empezó el 30 de septiembre a operar en apoyo al régimen, que desde entonces ha recuperado terreno.

Y el principal aliado regional de Siria es Irán, que envió a miles de combatientes para ayudar al ejército, así como consejeros militares y ayuda económica.

En tanto, los rebeldes aglutinados en el Ejército Sirio Libre se han eclipsado progresivamente, dejando lugar a un gran número de facciones, en su mayoría de inspiración islamista.

Destaca el grupo Ahrar al Sham, creado en 2011 y financiado por los países del Golfo y Turquía. Según los expertos, esta milicia está presente sobre todo en el norte Siria (Alepo e Idleb).

En cuanto al yihadismo, la rama siria de Al Qaeda, el frente Al Nusra, es el grupo más importante después de su rival, el Estado Islámico. Se compone principalmente de combatientes de Siria y quiere establecer un emirato islámico.

Mientras, el grupo mejor organizado, más rico y temible a causa de sus atrocidades, Estado Islámico, ha conquistado desde su irrupción en el conflicto buena parte del territorio sirio.

Se cuenta también la incursión de Turquía en el conflicto en Siria, porque desde mitad de febrero bombardea a las milicias sirias kurdas, a las que acusa de "terrorismo".

Por otro lado, Estados Unidos y varios países árabes lanzaron en septiembre de 2014 ataques aéreos contra el Estado Islámico. A ellos se han unido con el tiempo países occidentales como el Reino Unido y Francia.

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Fuente: Agencias