Saná (Reuters)
Suicidas con bombas realizaron dos ataques el jueves contra el poderoso grupo chií huzí y un campo de entrenamiento del Ejército, horas después de que una crisis política forzó al nuevo primer ministro a renunciar.
Al menos 47 personas murieron, incluidos cuatro niños, cuando un suicida detonó un cinturón de explosivos en un punto de control huzí, en el centro de la capital Saná, donde seguidores del movimiento se preparaban para un mitin.
Partes de cuerpos estaban esparcidos por la Plaza Tahrir y había charcos de sangre sobre el asfalto después de la explosión, que también dejó al menos 75 heridos.
En el este de Yemen, donde el grupo militante Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, por su sigla en inglés) ha realizado atentados contra instalaciones del Ejército y del Gobierno en los últimos meses, al menos 20 soldados murieron en un ataque suicida con un coche bomba y armas contra un puesto del Ejército, informó la agencia de noticias estatal SABA.
Los ataques ocurrieron horas después de un enfrentamiento entre los huzís y el presidente Abd-Rabbu Mansour, que forzó a renunciar al primer ministro designado Ahmed Awad bin Mubarak, cuyo nombramiento el martes bajo un acuerdo de poder compartido firmado el mes pasado enojó a los líderes huzíes.
Los huzíes han surgido como los principales agentes de poder desde que sus fuerzas paramilitares tomaron la capital el 21 de setiembre, luego de semanas de manifestaciones contra el Gobierno.
Un policía que custodiaba un banco local cerca de la Plaza Tahrir dijo que un hombre que aparentemente llevaba un cinturón de explosivos se acercó al punto de control huzí. "Entonces explotó entre la seguridad (huzí) y la gente normal que pasaba por ahí", dijo el agente a Reuters.
CONTRA EL EJÉRCITO
En Buroom, una región costera de la provincia de Hadramout, un atacante suicida impactó un coche cargado de explosivos contra un campamento del Ejército, mientras hombres armados intentaban tomar las instalaciones, dijeron un funcionario local y testigos.
Los soldados repelieron a los atacantes, pero SABA dijo que 20 efectivos murieron y 13 resultaron heridos.
Nadie se adjudicó la responsabilidad de los ataques, pero los incidentes parecen un reflejo de anteriores incursiones de AQAP, que ve a los miembros de la secta minoritaria zaydí del chiísmo islámico como herejes.