Ucrania bajo fuego: ¿qué peligros hay detrás de desconectar una central nuclear?

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El miércoles 23, un masivo ataque ruso con misiles contra la infraestructura energética ucraniana obligó a desconectar la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, y a ponerla bajo “régimen frío”. En la misma jornada, un apagón provocó el cierre de los reactores de la central nuclear de Pivdennoukrainsk, en el sur de Ucrania, y de las de Khmelnitskyi y Rivne, en el oeste, que tuvieron que activar paradas de emergencia.

Al hablar sobre la situación de la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, el presidente de Rosatom, Alexéi Lijachov, explicó que bajo el régimen frío se puede mantener la planta en un estado relativamente seguro, pero que se trata de una medida vulnerable, especialmente en los casos de fuego directo contra la instalación. “Cualquier pérdida de alimentación eléctrica de la estación de Zaporiyia implica un incremento de su vulnerabilidad, una reducción de su seguridad”, afirmó.

“Teniendo en cuenta la intensificación de los ataques directos contra el territorio de la central nuclear por parte del Ejército ucraniano, que provocaron daños a importantes instalaciones de la central, crece la comprensión de la necesidad de tomar una decisión sobre la zona de seguridad bastante rápido”, señaló.

Carlos Umaña, miembro de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) y de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, señala que la situación es “bastante preocupante” porque varias bombas han caído dentro del complejo de reactores nucleares, muy cerca de la zona de peligro, que es donde están los combustibles nucleares, las piscinas de enfriamiento, el combustible usado.

El otro problema está vinculado con la electricidad, pues los reactores nucleares necesitan un suministro eléctrico externo. “Cuando este falla se utilizan sus generadores de diésel de emergencia, con los que pueden durar algunos días, y cuando esos fallan tienen unos generadores de emergencia que funcionan a batería”, dice a El Comercio.

Con los bombardeos a la red eléctrica se ha hecho necesario usar los generadores de diésel de emergencia. Además, los ataques ocurridos dentro de las instalaciones han provocado que algunas líneas de electricidad que llevan desde los generadores de diésel hacia los otros sistemas de los reactores se vean afectadas.

Los serios riesgos

Según la agencia Reuters, la última descarga de misiles rusos causó la muerte de 10 personas y dejó fuera de servicio todas las centrales nucleares de Ucrania por primera vez en 40 años.

Para entender a qué se refieren los expertos cuando hablan de desconectar una planta nuclear, es clave recalcar que las centrales nucleares como tal no pueden desconectarse al 100% y siempre es necesario que haya alguien controlando lo que pasa.

“Cuando hablamos de desconectarlas nos referimos a desconectarlas como una fuente de energía y de que se generen las reacciones necesarias para hacer correr las turbinas”, apunta Umaña.

Explica que los reactores nucleares funcionan prácticamente igual que un generador con combustible fósil porque lo que se produce es un tipo de explosión que genera energía cinética que hace mover las turbinas, solo que en este caso la explosión es nuclear. Entonces, una desconexión implica que se deja de hacer esa reacción, es decir, se dejan de mover las turbinas.

Sin embargo, sí va a ser necesaria bastante energía y mucha agua para mantener el enfriamiento del combustible que se ha utilizado y el funcionamiento de sus sistemas de enfriamiento. Si esto no ocurre, lo que pasaría es que el material radioactivo se evaporaría y se esparciría primero localmente y luego regionalmente.

“Lo que se afecta de forma inmediata es el abastecimiento eléctrico de la población. Una gran parte de la red eléctrica es provista por el sistema de reactores nucleares de Zaporiyia. Más bien, la desconexión, el que no haya más explosiones nucleares, es un esfuerzo por intentar disminuir la vulnerabilidad al disminuir la necesidad de los sistemas de enfriamiento, disminuir el combustible gastado para tratar de que el impacto sea menor en caso de una catástrofe”, afirma Umaña.

¿Solución viable?

Con miras a garantizar la seguridad nuclear, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) lleva meses pidiendo que se cree una zona de protección en torno a las centrales debido a los frecuentes bombardeos.

Para Umaña es vital que se genere una zona desmilitarizada alrededor de los reactores nucleares. “Es la primera vez que hay reactores nucleares en zona de guerra. Es importantísimo que todos los reactores nucleares de aquí en adelante estén en una zona considerada desmilitarizada, eso es primordial”, recalca. También considera importante que esto no esté controlado por personal ruso, sino por las autoridades pertinentes y que Zaporiyia no sea vista como una base militar.

Y, a futuro, señala, la única forma de prevenir una catástrofe es no dependiendo de la energía nuclear para el abastecimiento de electricidad. “Es un riesgo altísimo, es una energía bastante cara, que requiere una inversión enorme y cuyos resultados no se ven en menos de 10 o 15 años, que es lo que demora construir una planta de estas. Tampoco sale más barato que las energías renovables”, concluye.