Costa de Marfil es un país africano donde aproximadamente el 52% de su población es pobre y a la vez es una de las zonas que mayor producción de cacao registra en el mundo.
El problema es que la mayoría de estos agricultores de cacao solo se dedica a recoger las semillas, venderlas a terceros y recibir un promedio de US$8 (S/.22) diarios, monto que deben dividir para familias que se extienden hasta los 14 miembros.
La pobreza en la que están sumidos les impide, por más increíble que parezca, disfrutar al menos por una vez en la vida del producto final de su extenuante trabajo, el chocolate. Una barra de chocolate bordea los US$3 (S/.8) por lo que es casi imposible que los agricultores inviertan en ello.
Esta es la reacción de esas personas cuando prueban por primera vez lo que "los blancos llaman chocolate".