Alina Islam Ayat (5) desapareció el pasado 14 de noviembre poco después de dejar su hogar, ubicado en un pequeño pueblo de Bangladesh, en dirección a una mezquita. Tras días de intensa búsqueda, pudieron recuperarse solamente partes del cuerpo de la pequeña fanática de la selección argentina.
Como presunto autor del asesinato, la policía local detuvo a Abir Ali (19). Durante el interrogatorio de las fuerzas de seguridad, el joven reveló detalles vinculados al asesinato de la menor y las razones detrás del secuestro. Según precisó Bangladesh News 24, Abir era inquilino en la casa donde vivía la niña de cinco años.
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Producto de una estadía de varios meses en la residencia, tenía buena relación con la familia Ayat y se había ganado su confianza. Pero no tenía empleo ni recursos y, a mediados de noviembre, tomó la determinación de secuestrar a alguien para cobrar su rescate.
Desafortunadamente, se cruzó con la niña. Cuando la vio salir de su casa hacia el lugar de culto -en el que estudiaba árabe-, se acercó rápidamente a ella, la alzó en brazos y la llevó al domicilio de un conocido. A pesar de que todo iba según lo planeado, a Abir lo invadió el pánico.
Pero entró en pánico, decidió estrangular a la pequeña, cortarla en pedazos y lanzarlos al mar.
En simultáneo, Sohail Rana -madre de Alina- repartía volantes por todo el pueblo con la esperanza de conseguir información sobre el paradero de su hija. Su padre denunció la desaparición en la comisaría, reclamo que daría inicio a la búsqueda de la pequeña en descampados y mediante el análisis de cámaras de vigilancia.
No sería hasta el pasado viernes que, tras la detención del sospechoso, él mismo llevaría a las autoridades hasta un desagüe cerca de la compuerta en Akmal Ali Road y luego a la orilla del mar en el área de la terminal de la bahía cerca de Outer Ring Road. Fue allí que el cadáver de Alina pudo ser recuperado.
Los demás elementos que comprueban la historia narrada por el supuesto asesino son el hallazgo de un bastón utilizado para golpear a la niña -que había sido escondido en lo alto de un árbol- una sandalia que le pertenecía y la tarjeta SIM que el joven hubiera utilizado para llamar a la familia y exigir el rescate.