Riad. Al menos 22 personas murieron y otras 100 resultaron heridas hoy al perpetrarse un ataque suicida contra una mezquita de la minoría chiita en Arabia Saudí, informa el canal Al Arabiya, lo que revive las preocupaciones por el resurgimiento de la violencia sectaria en el país.
El ataque se produjo cerca de la ciudad de Qatif, cuando según informaciones dadas a conocer por el Ministerio del Interior un hombre hizo detonar un cinturón de explosivos durante las plegarias de los viernes. El templo estaba repleto de fieles.
Este viernes la comunidad chiita celebraba el aniversario del nacimiento de Husayn ibn Ali, figura emblemática del siglo VII.
Prácticamente al mismo tiempo explotó otra bomba delante de una mezquita chiita en la capital de Yemen, Saná, donde testigos reportaron diez heridos. En este último caso, el ataque fue reivindicado por al milicia sunita Estado Islámico (EI), que controla grandes zonas de Siria e Iraq y cuenta con seguidores en varios países islámicos.
Nadie se atribuyó en cambio el atentado en tierra saudí.
Arabia Saudí lidera actualmente una coalición que combate desde el aire posiciones de los rebeldes sunitas hutíes en Yemen, cuyo presidente se exilió precisamente en Arabia Saudí al avanzar las fuerzas insurgentes.
En la región saudí de Qatif el ambiente era tenso. Muchas personas salieron a las calles gritando lemas prochiitas, mientras que en Internet comenzaban a circular imágenes y videos de cadáveres envueltos en telas y ambulancias que se acercaban al lugar del hecho.
En la región este de Arabia Saudí, zona rica en petróleo, ha habido reiteradas tensiones entre la mayoría sunita y la minoría chiita, que dice ser discriminada por las facciones sunitas que controlan el gobierno.
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EN LA MIRA DEL ESTADO ISLÁMICO
El pasado mes de noviembre, una grabación atribuida al dirigente del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, quien proclamó un califato en las zonas bajo su control de Siria e Iraq, llamó a la guerra en Arabia Saudí.
Al Bagdadi urgió a los saudíes a rebelarse, entre otros, contra los chiitas de su país, la familia gobernante Al Saud y los soldados saudíes.
Ese mismo mes fue perpetrado un ataque contra una mezquita chiita en la población de Al Daluh, en la provincia de Al Ahsá, que se saldó con la muerte de ocho personas por disparos.
La policía saudí anunció posteriormente la detención de 77 personas supuestamente implicadas en el ataque y que seguían órdenes del Estado Islámico.
Las provincias orientales de Al Ahsá y Al Qatif pertenecen a la región de Al Sharquiya y son de mayoría chiita.
Esta comunidad representa en torno a un 10% de la población saudí -predominantemente sunita- y se queja de sufrir discriminación y marginación.
Fuente: DPA / EFE