Las autoridades en Bangladesh están investigando la causa de un enorme incendio que arrasó un campamento de refugiados rohingya y dejó a 12.000 sin amparo.
No se han reportado muertes, pero el incendio del domingo consumió 2.000 refugios después de propagarse rápidamente a través de los cilindros de gas en las cocinas, informaron las autoridades.
MIRA: 70 años de la muerte de Stalin: los adolescentes que desafiaron al régimen del líder comunista y vivieron para contarlo
La policía investiga si se trató de un acto de sabotaje. Un hombre fue detenido, según los medios locales.
El campamento en el sureste del país es considerado el campo de refugiados más grande del mundo.
La mayoría de residentes, refugiados rohingya, huyeron de la persecución en la vecina Myanmar.
El lunes, cientos regresaron a la zona del Bazar Cox -en el sureste de Bangladesh- para ver qué podían rescatar de las ruinas.
La conflagración empezó a eso de las 14:45, hora local del domingo (08:45 GMT), y rápidamente se propagó por las chozas de bambú y carpa, dijeron los funcionarios.
"Aproximadamente 2.000 chozas se quemaron, dejando sin refugio a unos 12.000 ciudadanos de Myanmar que habían sido forzosamente desplazados", expresó Mijanur Rahman, comisionado para refugiados de Bangladesh, a la agencia noticiosa AFP.
Las llamas se pudieron controlar en tres horas, pero por lo menos 35 mezquitas y 21 centros de aprendizaje para los refugiados también fueron destruidos, añadió.
Imágenes que muestran la extensión de la devastación han comenzado a difundirse.
Se ven a muchos de los que vivían en el lugar escudriñando entre los escombros chamuscados, donde sólo quedan vigas metálicas y tejados de metal corrugado quemado.
Hrusikesh Harichandan, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo a la BBC que hubo "daños enormes" en el campamento.
Añadió que los servicios básicos como los centros de acopio de agua y los servicios de pruebas también habían quedado afectados.
"Mi refugio quedó destruido. Mi tienda también se quemó", contó a AFP Mamun Johar, un rohingya de 30 años.
"El incendio me quitó todo, todo".
Se veían espesas nubes negras elevándose sobre el Campamento 11, uno de muchos que rodean el distrito fronterizo donde viven más de un millón de refugiados rohingya.
Las consecuencias del desastre
Será difícil reubicar a las aproximadamente 12.000 personas afectadas por el incendio, dadas las existentes condiciones de hacinamiento en el "mega campamento", afirmó Hardin Lang, de la agencia Refugees International.
Suministrar servicios básicos a esas personas en otras partes del campamento también será complicado porque muchos servicios -clínicas de salud, escuelas- han quedado destruidos.
"En esencia, este es un incidente grave en lo que ya era una población crónicamente muy vulnerable y precariamente sostenida", expresó a la BBC.
Durante mucho tiempo, estos hacinados y escuálidos campamentos han sido vulnerables a los incendios.
Entre enero de 2021 y diciembre de 2022, hubo 222 incidentes de incendio en los campamentos rohingya, incluyendo 60 casos de incendios provocados, de acuerdo a un informe del Ministerio de Defensa de Bangladesh, publicado el mes pasado.
En marzo de 2021, por lo menos 15 personas murieron y unas 50.000 quedaron desplazadas después de un enorme incendio arrasó un campamento en el asentamiento.
El campo de refugiados alberga a personas que huyeron de Myanmar después de una represión militar contra la minoría étnica rohingya.
Los rohingya son musulmanes dentro de lo que es un país mayoritariamente budista, Myanmar, donde han enfrentado opresión durante generaciones.
El más reciente éxodo de los rohingya escapando hacia Bangladesh empezó en agosto de 2017, tras una brutal represalia del ejército de Myanmar contra un grupo rohingya insurgente que atacó varios puestos de policía.