Beinjng (DPA)
Un tribunal de China condenó a muerte a dos acusados, miembros de una secta, que mataron en una brutal paliza a una mujer en un local de comida rápida en Zhaoyuan, en el noreste del país.
Los agresores, que confesaron ser miembros de una asociación pseudocristiana, buscaban nuevos seguidores y preguntaron a los clientes del local sus números de teléfono. Muchos dieron números falsos pero la víctima, que no quería ser molestada intentó disuadir al insistente grupo. A lo que una mujer del grupo reaccionó gritando "Es un diablo".
La televisión estatal mostró las imágenes grabadas en un móvil en las que se ve cómo seis personas pegan salvajemente con los puños, sillas y una barra de hierro a la mujer, de 37 años. Siguieron golpeando a la víctima hasta la llegada de la policía.
El caso, conocido como "el asesinato del McDonald's", causó conmoción en China en mayo del año pasado, cuando ocurrieron los hechos.
El principal inculpado, un hombre de 54 años, justificó el violento acto sin inmutarse en una entrevista en la televisión estatal y dijo que la mujer a la que golpearon era "un espíritu maligno". Su hija de 30 años lo había reconocido y por ello se vieron obligados a actuar.
Las autoridades en China rara vez hacen públicos detalles sobre las sectas en el país, pero en este caso, la agencia de noticias estatal Xinhua informa que la secta ya se creó en 1989 como grupo escindido de una corriente radial cristiana. A comienzos de los 90 consiguió captar a varios miles de seguidores. En 1995 fue prohibida y la pareja que la fundó se trasladó a Estados Unidos, de acuerdo con la información.