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El Gobierno Chino dio una buena noticia a los defensores de los derechos humanos. Desde el 1 de enero, ese país “dejará por completo de recurrir a la extracción de los órganos de los ejecutados para abastecer hospitales”, según lo declaró Huang Jief, el encargado del Comité de Donación de Órganos.
A partir de esa fecha, las donaciones de órganos solo serán voluntarias. Huang, que en el pasado fue viceministro de Sanidad, estimó que cada año 300.000 personas necesitan en China de un trasplante urgente y solo se realizan unas 10.000 operaciones.
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EN CIFRAS
Por cada millón de chinos, existe solo 0,6% de donantes de órganos. La tradición china establece que no debe haber mutilación a los muertos. Por ello, la tasa de donantes es tan baja y la donación de órganos provenía de las ejecuciones. Las familias ni las organizaciones defensoras de los derechos humanos daban el consentimiento.
Si bien los datos sobre la cifra real de ejecuciones en China no existen. La ONG Dui Hua dijo que en el 2013 se llevaron a cabo 2.400 penas capitales.
