Infantes de marina filipinos descansan antes de una formación durante una ceremonia para conmemorar el aniversario del ejército en el Campo Aguinaldo en la ciudad de Quezon en la tregua navideña del 2017. (Foto: AFP)
Infantes de marina filipinos descansan antes de una formación durante una ceremonia para conmemorar el aniversario del ejército en el Campo Aguinaldo en la ciudad de Quezon en la tregua navideña del 2017. (Foto: AFP)
Redacción EC

Manila. La guerrilla comunista de declaró hoy su tradicional tregua durante las fiestas de Navidad, seis meses después del colapso de las últimas negociaciones de paz entre el Gobierno y esta insurgencia que cumple medio siglo.

El Partido Comunista filipino, formación ilegal en el país, declaró de forma unilateral el cese de hostilidades de su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), entre el 24 y el 26 de diciembre, y entre el 31 de diciembre y el 1 de enero.

"Durante los días cubiertos por esta declaración temporal de alto al fuego todas la unidades del NPA y las milicias cesarán y desistirán de llevar a cabo campañas militares y operaciones contra personal uniformado" del Ejército o la Policía, indicó la organización en un comunicado.

Soldados filipinos marchan en formación durante una ceremonia para conmemorar el aniversario de los militares en el Campo Aguinaldo en la ciudad de Quezon, suburbana de Manila en la tregua navideña del 2017. (Foto: AFP)
Soldados filipinos marchan en formación durante una ceremonia para conmemorar el aniversario de los militares en el Campo Aguinaldo en la ciudad de Quezon, suburbana de Manila en la tregua navideña del 2017. (Foto: AFP)

El Partido Comunista llamó a sus milicianos a permanecer en alerta y actitud defensiva, y advirtió de que la tregua puede cancelarse si hay ataques de tropas gubernamentales o "extenderse unos días si aparecen condiciones positivas".

Antes, el secretario (ministro) de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, se había mostrado reacio a recomendar una tregua por parte gubernamental mientras que el portavoz de las fuerzas armadas, Edgard Arevalo, acusó a los comunistas de falta de sinceridad por seguir con sus acciones.

El Gobierno filipino y la guerrilla comunista, que suelen declarar cada año un alto al fuego durante la Navidad, iniciaron un proceso de paz en agosto de 2016 tras la llegada al poder del presidente Rodrigo Duterte.

Las dos partes firmaron un alto al fuego que duró hasta febrero de 2017, cuando los insurgentes lo rompieron de forma unilateral por desacuerdos en las negociaciones que se llevaban a cabo en Oslo, y a las que los comunistas renunciaron definitivamente en junio de este año.

Fundado en 1969, el NEP, que figura como grupo terrorista en las listas de Estados Unidos y de la Unión Europea, es una de las guerrillas comunistas más antiguas de Asia y cuenta con unos 6.000 combatientes regulares.

El Partido Comunista de Filipinas, que este año celebra su 50 aniversario, apoya explícitamente su lucha armada en un conflicto que ha causado más de 40.000 muertes en las últimas cinco décadas.

Fuente: EFE

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