Reuters
Corea del Norte
Redacción EC

Soldados del Ejército de y civiles se reunieron en la Plaza Kim Il-sung, en Pyongyang, para celebrar con fuegos artificiales el exitoso lanzamiento de su misil balístico intercontinental Hwasong-14. 

Con su misil balístico intercontinental (ICBM), Corea del Norte apuesta a posicionarse de cara a eventuales negociaciones con Estados Unidos, según analistas, aunque al mismo tiempo aleja la posibilidad de un diálogo.

El misil lanzado en el Día de la Independencia de Estados Unidos es capaz de impactar en Alaska o incluso más allá, según los expertos.

Pone al alcance de Pyongyang el tan acariciado sueño de desarrollar un misil capaz de transportar una cabeza nuclear hasta territorio continental de Estados Unidos y plantea un serio desafío al presidente estadounidense Donald Trump.

"Todo parece indicar que el Norte está buscando subir la apuesta diplomática lo más posible y asegurarse una posición favorable en sus relaciones con el resto del mundo, incluyendo Estados Unidos y Corea del Sur", estimó Kim Yong-hyun, profesor de estudios norcoreanos de la Universidad Dongguk de Seúl.

La península coreana está dividida desde la guerra de Corea, que terminó en 1953 con un armisticio y no un acuerdo de paz. Pyongyang asegura que necesita armas nucleares para defenderse de la amenaza de una invasión.

Su programa nuclear y misilístico, insiste, jamás será negociable, a menos que Washington abandone lo que Pyongyang llama la "política hostil" estadounidense.

- Los cálculos de Kim Jong-Un -

El momento elegido para la prueba del misil --tras la primera cumbre entre Trump y el nuevo presidente surcoreano Moon Jae-in y antes de la cumbre del G20-- parece ser deliberado, estimó Kim.

Moon preconiza dialogar con el Norte y llevarlo a la mesa de negociaciones, lo que Trump respaldó.

Sin embargo, el lanzamiento del misil fue "claramente un portazo a Moon", opinó Kim.

"Moon dijo a menudo que quería estar sentado en 'el asiento del conductor y no en el trasero' para desempeñar un papel de liderazgo en las negociaciones nucleares", dijo a la AFP. "Aparentemente, Kim Jong-Un lo que está diciendo es que es él el que debería estar sentado en el asiento del conductor".

Una cantidad creciente de analistas estiman que tarde o temprano Estados Unidos tendrá que negociar con el Norte.

"En última instancia, no quedará otra opción que el diálogo", dijo el profesor Kim Yeon-Chul de la Universidad Inje de Corea del Sur.

Fuente: AFP
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