Un hombre chino ha sido ejecutado por asesinar a su exesposa rociándola con gasolina y prendiéndole fuego mientras transmitía el crimen en directo.
La víctima, conocida como Lamu, era una personalidad de la red social Douyin, la versión china de TikTok.
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Cientos de miles de sus fans la seguían por sus videos donde compartía su vida en las montañas de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.
El trágico caso puso de relieve la violencia contra las mujeres en China. Una encuesta sugiere que una cuarta parte de todas las mujeres en el gigante asiático han sufrido abuso doméstico.
Se reportó que Lamu, quien dejó huérfanos a sus dos hijos, contactó a la policía para denunciar la violencia que recibía de su esposo cuando estaban casados, pero le dijeron que era un asunto familiar.
“Extremadamente cruel”
Cuando su exmarido, Tang Lu, fue condenado a muerte, el tribunal de la prefectura de Aba, una zona rural remota en el suroeste de la provincia de Sichuan donde vive un gran número de tibetanos étnicos, concluyó que su crimen había sido “extremadamente cruel” y que el impacto social había sido “extremadamente malo”.
En junio de 2020, Lamu se divorció de Tang, quien, según el tribunal, tenía antecedentes de violencia contra ella.
Unos tres meses después, la roció con gasolina en la casa de su padre y le prendió fuego.
Lamu sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y murió dos semanas después.
El caso causó indignación en todo el país y abrió un renovado debate sobre la violencia contra las mujeres.
Miles de seguidores de Lamu publicaron mensajes en su perfil en Douyin, mientras que millones de usuarios de la plataforma de microblogging Weibo pidieron justicia utilizando hashtags que luego fueron censurados.
China tipificó como delito la violencia doméstica en 2016, pero sigue siendo común, especialmente en zonas rurales.
Algunos activistas temen que un período de “enfriamiento” obligatorio de 30 días introducido recientemente para las parejas que desean divorciarse haga más difícil que las mujeres escapen de relaciones abusivas.