Managua. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que su país tiene ahora una Policía Nacional "más consciente, más digna y más solidaria".
En un discurso en ocasión de la XXI graduación de cadetes de la Policía Nacional, el mandatario llovió en elogios a esa institución, fundada en 1979 y que ahora dirige su consuegro, el comisionado general Francisco Díaz.
"Le han cumplido al pueblo, le han cumplido a su familia y le han cumplido a la patria bajo la conducción del comisionado general Francisco Díaz y toda la Jefatura Nacional", señaló Ortega.
Por su lado, el jefe policial indicó en su discurso que este año han fallecido 24 oficiales, 22 de ellos "en el intento del golpe de Estado", a como el Ejecutivo se refiere a las manifestaciones antigubernamentales que iniciaron en abril.
Sostuvo que los agentes fueron atacados en las calles y en sus unidades policiales durante las protestas y que "jamás atacamos a nadie", sino que hicieron el uso legítimo de la defensa "para proteger la vida y la integridad física".
Díaz anunció que continúan investigando y buscando "a los delincuentes golpistas para que respondan por los delitos cometidos" y que "no pudieron ni podrán" derrocar al Gobierno de Ortega.
La XXI promoción de cadetes, que graduó a 24 nuevos oficiales, fue dedicada al sacerdote sandinista español Gaspar García Laviana, asesinado hace 40 años por la guardia somocista.
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado protestas contra el Gobierno de Ortega y un saldo de entre 325 y 545 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.
Ortega ha negado las acusaciones y ha asegurado que se trata de un intento de "golpe de Estado".
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo se iniciaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario.
Fuente: EFE