California no solo es el estado más poblado de Estados Unidos, sino el más rico del país pues concentra más del 14% del PBI. Por ser uno de los más liberales y diversos es, además, un bastión demócrata. Sin embargo, el color del estado podría pasar de azul a rojo, si es que prospera el proceso revocatorio impulsado por los republicanos para sacar del poder al gobernador Gavin Newsom, una de las figuras en alza del partido de Joe Biden.
Aunque las encuestas y la votación por correo anticipan una ratificación en el cargo en las elecciones de este martes, el golpe está dado y está poniendo a prueba el poder de movilización de los republicanos, sobre todo del sector más proTrump.
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La disputa en California se ha vuelto tan importante políticamente, que el propio Biden viajó el lunes para darle su apoyo: “Votar por el ‘No’ (a la destitución) será proteger a California de Donald Trump. La opción debería ser muy clara”, expresó el presidente en un acto en Long Beach.
La apuesta es alta pues de aprobarse la revocación, el primero en la lista para reemplazarlo es el republicano Larry Elder, un comentarista político afroamericano de ultraderecha de 69 años y que ha apoyado abiertamente a Donald Trump.
El objetivo de la contienda, además, es el próximo control del Congreso, pues en el 2022 serán las elecciones legislativas de medio término y el Partido Republicano está apostando todo para poder recuperar la cámara alta. En el Senado, los demócratas apenas tienen un voto de diferencia (las fuerzas están repartidas 50-50, pero con el voto dirimente de la vicepresidenta Kamala Harris), sin embargo ya se está discutiendo el eventual retiro de la veterana legisladora Dianne Feinstein, de 88 años, de California. Si un republicano gobierna el estado, pues tiene la potestad de nombrar directamente a su reemplazo, con lo cual la balanza se mueve.
En su campaña, Elder ha dicho sin miramientos que ya es momento del retiro de Feinstein para poder nombrar a un trumpista en su lugar.
Las justificaciones
Uno de los principales argumentos de los republicanos para sacar a Newsom es su manejo de la pandemia de COVID-19, con respecto al cierre de negocios, suspensión de clases escolares, las órdenes de cuarentena y obligatoriedad en el uso de mascarillas y de la vacunación, una agenda a la que se han opuesto los más conservadores.
“Es el argumento de la libertad frente al estado y al gobierno. Los gobernadores demócratas tienen la postura de ser más intervencionistas, y los republicanos señalan que los ciudadanos están perdiendo derechos y libertades”, expresa a El Comercio el analista político Octavio Pescador, profesor en UCLA (Universidad de California – Los Ángeles) y comentarista en CNN en Español.
Pero las quejas de muchos ciudadanos también apuntan al alto pago de impuestos, al racionamiento del agua debido a las sequías, los continuos incendios forestales y las ayudas económicas a los inmigrantes indocumentados.
Esto además de un escándalo multimillonario por fraude en la agencia estatal de ayuda a desempleados, y el escándalo que provocó la asistencia de Newsom a una cena en un lujoso restaurante en momentos en que había ordenado a la población quedarse en casa por la pandemia.
“Hay algunos argumentos viscerales, como que el gobernador es arrogante, que se ha entregado a los intereses de los sindicatos y de grupos organizados que no representan a toda la ciudadanía, o que estaba vinculado a una élite demócrata que respaldaba a Harvey Winstein (el otrora poderoso productor de Hollywood denunciado por abuso sexual)”, comenta Pescador.
La revocación de Newsom podría significar el fin de sus ambiciones políticas, pues muchos ya lo ven, a sus 53 años, como un potencial candidato presidencial.
El destino de los demócratas
“Una victoria contundente de Newsom le dará impulso a él y a Biden. Pero las elecciones son más importantes para el Partido Demócrata que para Newsom”, señala Pescador.
El analista explica que California, al igual que Nueva York, son los estados que aportan más dinero a los demócratas gracias a las donaciones que se reciben durante las campañas.
“Esa es la importancia de pegarle a California, porque si los republicanos llegan a sacar a Newsom desmoralizan al partido y le quitan la posibilidad de obtener fondos para las contiendas en el resto del país. El partido hace muchos eventos en el estado porque juntan mucho dinero, y les conviene mantener la gobernatura. Si llega un republicano al cargo en California, le será más fácil reestructurar la ventaja demográfica que tienen los demócratas”, comenta.
Si los demócratas pierden un estado como California los golpea además en términos de movilización del electorado: “El apoyo al partido se vería vulnerado. Biden tiene un apoyo importante acá, y si lo pierde su reelección en el 2024 será difícil”.
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